Cuando renunciar a las bandas no es «renunciar»

SPORTING 1905

Burgui
Burgui Miguel Suárez

Debate táctico sobre la opinión personal de Alejandro Vigil

11 nov 2016 . Actualizado a las 18:17 h.

Haciendo una reflexión sobre la plantilla sportinguista, llama la atención un dato: entre todos los hombres de banda disponibles, ninguno se trata de un extremo puro. Puede haber jugadores que rindan mejor o peor en el costado, pero nadie que juegue los 90 minutos esperando el cuerdo pegado a la línea de cal para llegar hasta línea de fondo y asistir al compañero.

Por lo que la pregunta es clara: ¿están ofreciendo un rendimiento correcto los hombres de banda como para prescindir de jugadores que ayuden a sostener el equipo? pues de momento, con el sistema 4-4-2 la respuesta es negativa en mi opinión, pese a que con la introducción de la línea formada por Isma López, Nacho Cases, Sergio Álvarez y Moi Gómez se ha mejorado notablemente el equilibrio.

Por contra, con un 4-3-1-2 se podrían mantener en ataque a los dos delanteros centro, Duje Cop y Borja Viguera, dado su buen momento de forma, aprovechando así sus caídas a los costados para buscar el balón al hueco. Se recuperaría el rol de mediapunta, un perfil que abunda en Mareo y se añadiría un tercer mediocampista bajo el objetivo de ganar la batalla central en ataque y defensa, mientras hombres como Burgui, Moi, Ndi, Carmona, Víctor o Afif podrían adaptarse incluso mejor al nuevo sistema, ya que no cumplirían una función que no va con ellos, mientras disfrutarían de mayor libertad. Unos se acoplarían a la sala de maquinas y otros a la delantera, por lo que el cambio de planificación no sería traumático por así decirlo.

¿Por qué no se renunciaría entonces a las bandas?

Los costados seguirían siendo importantes en ambas fases del juego. Pero como anteriormente comento, se atacaría buscando el espacio y con mayor libertad. No desde el posicionamiento fijo, donde puede resultar más complicado sorprender en determinados escenarios.

Otra opción para potenciar el trabajo en las bandas, pese a que se cuente con dos hombres menos de inicio en la zona, sería la de retirar a uno de los cuatro jugadores del mediocampo para dar entrada a un tercer defensa central (5-3-2), lo que abriría las opciones a carrileros como Isma López, Douglas o Alberto Lora, que podrían disponer de una mayor proyección ofensiva al estar más protegidos atrás. Con la recuperación de Babin, Abelardo Fernández tendría disponibles para la zaga a hombres como Jorge Meré, Amorebieta, el propio jugador de La Martinica, Juan Rodríguez y Lillo, que estaría en un caso similar al de Azpilicueta en el Chelsea, donde con el cambio de estrategia abandonó el carril. Precisamente el equipo inglés acumula un mes de victorias holgadas en la Premier League sin encajar goles, si bien es cierto que en su caso la apuesta es por un 3-4-2-1. Un esquema que Conte trajo de Italia, donde ya le dio buen rendimiento en los inicios de la nueva Juventus, que con diferentes adaptaciones, conserva su esencia.

Los aspectos negativos

La tendencia a atascarse en el juego interior y las posibles superioridades contra nuestro lateral en defensa. Las coberturas defensivas de los tres mediocampistas y centrales deberá ser clave para equilibrar la balanza táctica, en caso contrario se convertirá en un arma de doble filo. Así como en ataque, siempre debe haber un hombre atento a la hora de ofrecerse al espacio libre que se dejará en las bandas para aprovechar la ventaja de aclarar el espacio y poder sorprender. Es el modo de abrir líneas de pase y no ser previsible con balón.

Evidentemente, todo ello requiere de un trabajo previo para evitar peligrosos desajustes.