Pudo ser pero no fue. El Sporting estuvo cerca de sacar algo positivo de su visita a Cornellá. Tan cerca como lejos
14 dic 2016 . Actualizado a las 02:58 h.Pudo ser pero no fue. El Sporting estuvo cerca de sacar algo positivo de su visita a Cornellá. Tan cerca como lejos. Uno ya no sabe qué decir sobre este Sporting: si juega bien, si juega mal, si merece más o si merece menos, pero la realidad, lo que realmente importante, es que el equipo acumula doce puntos en quince jornadas. Muy pocos.
La situación podría ser peor si no fuera porque los rivales directos ayudan bastante. Ni Osasuna, ni Valencia, ni Deportivo lograron puntuar esta jornada y solo el Granada arañó un punto en su visita a Málaga. Mal de muchos consuelo de tontos. Suena repetitivo el discurso posterior a cada partido: siguiendo esta línea llegarán las victorias. Ojalá, pero lo cierto es que son ya quince jornadas y esa línea empieza a ser demasiado larga como para haber obtenido ya algún fruto. No quiero ser agorero pero de seguir con la dichosa línea las cuentas no salen.
Aunque entendibles y respetables en esta situación, también suenan repetitivas las críticas al entrenador. Cierto es que Abelardo no ha dado con la tecla exacta del equipo, pero tan cierto como que ya ha probado absolutamente de todo. Quizá ahí el error. Quién más quién menos ha tenido su oportunidad, quizá alguno más de las que merecía, pues el rendimiento de muchos jugadores está muy lejos de ser el esperado. Las nuevas caras de este año han otorgado un salto a la plantilla, pero ese salto ha resultado ser más cuantitativo que cualitativo.
No hay que olvidar tampoco que los que hoy critican la llegada de trece caras nuevas al equipo, son los mismo que salían del Molinón la milagrosa última jornada de la pasada temporada frente al Villareal, clamando que había que fichar diez o doce futbolistas para no pasar los mismos apuros esta temporada. Todo esto demuestra que en el fútbol actual, no se trata de fichar mucho sino de fichar bien. Uno mira hacia atrás, recuerda las penurias de los últimos años y parece que las añora. Dicen que el hambre agudiza el ingenio y eso ocurrió sin ir más lejos el año pasado, cuando ante la imposibilidad de fichar, se gestionó con éxito la llegada de futbolistas que dieron un plus al equipo como Sanabria o Halilovic. El croata ha sido foco en las últimas fechas de rumores que lo situaban de nuevo en Gijón, a lo que alguno todavía responde con cierto escepticismo. Hombre, respetando a todo el mundo, con sus luces y con sus sombras, y visto lo visto, Halilovic sería hoy capitán general en este Sporting.
Quizás Tebas no era tan malo como lo pintábamos el año pasado. Igual solo quería ayudarnos.