El Sporting sale goleado de Ipurúa dando una imagen lamentable
22 dic 2016 . Actualizado a las 17:26 h.Aviso importante al lector; este cuento ya lo leíste. Este partido ya se jugó, este equipo ya cayó así. Treinta segundos y gol. 1-0, y a remar. Bebé, que solo juega bien cuando le apetece o le dejan, se giró ante Douglas, todavía dormido, disparó y entre Mariño, Babín y Kike García hicieron el resto. Un cuento de hadas pero al revés. Trágico, aburrido, espeso y esperado. El Sporting fuera (y en casa). Panorama desolador. El equipo no trasmite nada, no juega a nada, no tiene corazón, y no cree en sí mismo. Y encima tampoco son estrellas. Todos estaban esperando a irse de vacaciones, y así con ese ímpetu, decidieron adelantarlas. Kike García podría ser balón de oro si su rival fuera siempre el Sporting. Drama. Esto pide un cambio de todo.
El Éibar paseando, y con un equipo plagado de suplentes, bailó sobre el césped a una sombra. A una sombra de una institución apagada. Porque esto es demasiado. Demasiado por todo; porque es un quiero y no puedo. Porque es un no quiero y no puedo. Porque cualquiera te pinta la cara, y El Molinón acabará vacío. Por eso esto no es una crónica al uso. Porque esto no merece tal cosa.
Aburre ver a un equipo disfrazado de humilde. Porque siempre sale pensando que es peor. Y si encima el entrenador sale el día antes a restar importancia al partido pues sale algo como lo de hoy. Algo así; un muñeco roto. Sin alma ni actitud, y con un entrenador sin ideas. El Éibar, con dos canteranos rojiblancos en el once- solo uno menos que el Sporting-, no necesitaba imprimir un ritmo de juego alto para hacer daño a la defensa rojiblanca. El nivel individual de los jugadores es pobre, el colectivo peor.
Solo en fase ofensiva Carmona amenazaba con producir algo. Pero era un amago. En medio del desierto del primer tiempo hay dos puntos negros; el primer minuto y el último. En la última jugada del primer tiempo Kike García, abusando de los defensas, cedió a Adrián García para hacer el 2-0. Fácil y directo. K.O. al púgil y al pupas. Sin despeinarse. Abelardo es totalmente incapaz no solo de no dar con la tecla sino de encontrar el piano. Le supera todo. Se entiende que este partido no era crucial, ya si eso al menos se podía salvar la imagen del equipo.
El inicio del segundo tiempo también era repetido; primer minuto, jugada sin aparente peligro y gol de Kike García. Antes del partido el delantero llevaba dos goles con los armeros, en cuarenta y cinco minutos contra el Sporting marcó el doble. A partir de ahí la más absoluta tristeza generalizada. La última media hora dejó los debuts como futbolistas del primer equipo de Rubén y Cris Salvador. Con 5-1 en la eliminatoria y 3-0 en el partido. Lo suficiente como para que Rubén dejara su impronta. Cabezazo, y gol, al menos el del honor. Ahora el tejado está lleno de balones, y hay que tomar decisiones. Ni en caliente ni en frío sino de forma valiente y coherente. Pero quizás sea pedir demasiado.
Alineaciones
Eibar: Yoel; Capa, Mauro, Gálvez( Lejeune min 45), Juncá; Jota, Escalante (Rubén Peña miin 77), Rivera, Bebé, Adrián; Kike G (Nano min 60)
Sporting: Mariño; Douglas, Babín, Juan, Canella; Carmona (Rubén min 65), Torres, Cases (Cris Salvador min 85), Víctor; Burgui( Afif min 65) y Viguera
Goles: 1-0 Kike G (min 1) 2-0 Adrián ( min 45) 3-0 Kike G (min 46) 3-1 Rubén (min 89)
Enlace para leer la rueda de prensa de Abelardo Fernández.