Los optimistas cada vez somos menos

Pablo Acebal
Pablo Acebal GIJÓN

SPORTING 1905

Afición Sporting
Afición Sporting Miguel Suárez

Artículo de opinión

11 ene 2017 . Actualizado a las 16:37 h.

A los mas optimistas del lugar también nos cuesta ya encontrar argumentos a los que aferrarnos, y es que nada de lo que transmite este Sporting es alentador. Una jornada más y ya van unas cuantas, la imagen del equipo fue muy pobre. Son ya diecisiete partidos, demasiados como para hablar de coincidencias o de malas rachas a nivel colectivo o de falta de adaptación de los nuevos fichajes.

Sigo sin creer que el problema del equipo sea exclusivamente de sistemas o de alineaciones, puesto que si fuera así, seguramente ya estaría resuelto. El Sporting ha jugado con tres defensas, con cuatro, con cinco; con dos delanteros , con uno… Ha jugado fulano , mangano y hasta el primo lejano de cada uno de ellos. En la derecha, en la izquierda, por el centro… Y nada. No hay manera de ver un Sporting serio y competitivo durante un par de partidos seguidos. El foco sigue puesto en el entrenador y sigo dudando de que esa sea la solución, aunque ni mucho menos Abelardo puede negar su parte de responsabilidad ante la situación actual. Las críticas a Abelardo no se deberían dirigir tanto a su labor de entrenador puramente dicha sino al mayor o menor peso que haya podido tener a la hora de decidir los fichajes junto al secretario técnico Nico Rodríguez. Y digo esto porque a día de hoy es una incógnita por despejar el saber quién es el responsable último de los fichajes que han llegado este verano. ¿Ficha Nico? ¿Ficha Abelardo? ¿Ambos? Depende a quién preguntes, aunque si la respuesta correcta es Abelardo entonces está claro que la figura de un secretario técnico es totalmente prescindible.

El hecho irrefutable que demuestran estas diecisiete jornadas de liga es que esta plantilla no es mejor que la del año pasado, lo que demuestra también que se puede fichar bien o mal sin depender exclusivamente del dinero. La prueba la tenemos el año pasado, cuando con las limitaciones económicas que todos conocemos, el club acertó con lo poco que pudo “fichar”, y así se dijo. Lo de este año es otra película. Un desastre, tanto cuantitativo como cualitativo, si de fichajes hablamos. Ninguna de las trece incorporaciones mejora lo que hay ni lo que había. Cop no es Sanabria, Amorebieta y Babín no son Bernardo y Luis Hernández y la comparación entre Burgui y Jony no merece la pena comentarla. Tampoco debemos comprar el argumento de que alguno de los fichajes “cumple”. Un equipo como el Sporting no puede permitirse el lujo de traer jugadores de fuera para que cumplan. Para cumplir están los de casa, que además de ser buenos, bonitos y baratos, sudan la camiseta más que ninguno. Los que vengan tienen que hacerlo para subir el nivel de la plantilla, no para igualarlo, o llegado el caso de este año, bajarlo.

Queda mucho y la salvación está a un punto. Los optimistas cada vez somos menos, pero somos fuertes. Qué remedio.