«Los dirigentes del Sporting deben cambiar su filosofía; un club de fútbol no se dirige como un negocio»

Alfredo Megido (Sevilla, 1952) tiene de andaluz tan sólo el lugar de nacimiento. Un «accidente» o mejor dicho las minas de cobre donde trabaja su padre tuvieron la culpa aunque con menos de un año este ex futbolista del Sporting ya había vuelto a Asturias. Durante su etapa de rojiblanco entre 1971 y 1975 compartió vestuario con Churruca y antes fue compañero de colegio de Quini. Perteneciente a una generación de mucho fútbol, habla sin tapujos sobre la situación actual del equipo y también de la entidad.

¿Corazón dividido para el domingo?

No, en absoluto. El corazón está con quien tiene que estar, con el Sporting. Haber nacido en otro sitio que no es Asturias no quiere decir que no sea asturiano. Lo soy por los cuatro costados: padre madre abuelos… Yo nací fuera pero no tiene nada que ver.

¿Cómo ve el choque ante el Sevilla?

Lo veo difícil porque hay ausencias y enfrente tienen a un equipo que está demostrando una fortaleza terrible como el Sevilla. Dicen que mientras hay vida hay esperanza así que confiemos en que el Sporting está más vivo que nunca, parece que se ha recuperado un poquito y juega mejor. Lo dicho, a ver si hay suerte.

¿Ve factible la permanencia?

Tiempo hay y más que tiempo lo que hay son puntos pero claro hay que conseguirlos y para eso se debe ganar. Hay que tener fe y últimamente el Sporting gracias a la insistencia ha subido a Primera y logró la permanencia el año pasado. ¿Por qué no se puede repetir este año?

Entre sus logros como jugador está haber marcado el gol número 500 del Sporting en Primera ante el Real Madrid. Mucho ha llovido desde entonces...

Si, la verdad que sí. Han pasado 45 años (risas). Jugaba al fútbol por afición, como empezamos todos. Luego me convertí en profesional porque era lo que tocaba pero he hecho lo que me ha gustado y lo que he podido hasta que he podido. Todos los recuerdos son buenos, incluso cuando las cosas salían mal porque de todo se aprende en la vida.

Siempre se dijo que era un futbolista diferente para la época.

Es posible pero sobre todo al principio cuando empecé porque era bastante más joven. En aquella época había dos futbolistas que teníamos 18 años y no era tan fácil llegar a Primera División. Ahora la juventud está más fuerte, hay más oportunidades, mejores campos… y todo eso favorece. No se pueden comparar los tiempos.

Además de su faceta de jugador, también se dedicó a la música

He sido guitarrero (risas). En la época mía todos los muchachos éramos músicos porque había infinidad de grupos. Fui muy aficionado a la música y llegar a estar en un grupo colmaba mi ilusión en aquella época, hablamos de los 60. Sin embargo, llegó un momento en el que tuve que tomar una decisión y el camino que escogí era el acertado. Me dijeron que creían que iba mejor y vi pronto que así era: disfrutaba más jugando al fútbol que con el ruido de la música.

¿Echa en falta más ADN de Mareo?

Quizá si pero hay que verlo desde dentro. Para casi todo el mundo el fútbol parecer una cosa muy fácil y es muy compleja porque es un juego de equipo donde muchos deben engrasarse como una máquina y no siempre se consigue.

¿Qué le falta entonces al equipo?

La principal virtud del Sporting es que es un equipo ordenado por momentos pero no veo individualidades; ese momento en el que hay que dar la puntilla o que el jugador está oportuno no lo percibo con asiduidad. Todo es a base de brega y constancia. Está bien pero en 90 minutos hay muchos equipos que por desgracia son superiores al Sporting y se paga la factura.

Es decir, mucho trabajo pero falta el gol.

Eso es. He visto casi todos los partidos y los chavales trabajan como locos pero falta algo, ese punto de jugador listo, rematador.

¿Qué le pareció la dimisión de Abelardo?

Una lástima porque es un hombre que sabe de fútbol, trabajador y había hecho un equipo pero el futbol es así y lo sabía. El que está de entrenador está para eso: tirar hacia adelante, disfrutar de los triunfos y cuando vienen las cosas mal a cambiar. Eso ha sido así toda la vida y va a seguir igual.  

¿Se identifica con el fútbol actual?

Ahora mismo estoy viendo un partido de infantiles y disfruto pero este tipo de jugadas en profesionales ya no se ven. Salvo que no sea por figuras como Ronaldo, Messi o Iniesta en Primera no lo hay. En estos encuentros veo jugadores con clase, calidad y en el futbol profesional no pasa eso. Veo más golpes, futbolistas por el suelo, codazos y eso no es espectáculo. Entiendo que los equipos persiguen los puntos pero deja mucho que desear.

El último horario que se ha conocido para el Sporting es el choque contra el Espanyol. Un martes a las siete y media de la tarde. ¿Cómo lo ve?

Ni me siento identificado ni lo rechazo. Hay que asumirlo porque es lo que hay. Los clubes hoy en día ya no viven de la taquilla, viven de los ingresos por derechos de TV. El que quiera ir al campo le recomiendo que vaya porque no es lo mismo que la televisión por muchas razones.

Hablamos hace poco con un ex compañero suyo Churruca que nos comentaba que desde que salió del Sporting nadie del club lo había llamado. ¿Se echa en falta apoyarse en veteranos que han tenido un nombre en la casa?

Estoy de acuerdo con Churrucay quisiera añadir una cosa. Es un error de las SAD no contar con gente con experiencia en el fútbol. Parece que los futbolistas que hemos pertenecido al equipo en otras épocas somos una amenaza para alguien aunque no sé para quien. Es todo lo contrario, lo único que podemos hacer es dar consejos y a lo mejor entre todos arreglamos algo. Parece que tienen miedo de que se les quisiera quitar el puesto, es un tema complejo. Es verdad que cuentan poco con nosotros. Yo he tenido contacto con los ex jugadores, con el club ninguno. De los ex futbolistas con Joaquín, Manolo Jiménez y los más allegados que nos hemos visto porque somos un poco más jóvenes. Parece que les da miedo que intervengamos y le vayamos a quitar el sitio a alguien.

¿Pero no es un error no aprovechar la experiencia de la veteranía?

A los mayores nos tiran a la basura enseguida., Tendrían que tomar ejemplo de los chinos o japonenses (risas) viviendo y aprendiendo; cuanta más edad tiene uno más sabe. Ellos se lo pierden. Nosotros somos gente de cierta edad y a la hora de dar un consejo a un muchacho creo que sabemos hacerlo. Si no cuentan con nosotros, allá ellos, quizá sea un cambio de filosofía que tengan que hacer porque un club de fútbol no se lleva como si fuera un negocio. 

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