
El Sporting remonta pero solo se lleva un punto
22 abr 2017 . Actualizado a las 21:39 h.El Sporting salió a El Sadar conociendo la derrota del Leganés en Villareal, con polémica arbitral incluida. Ahora sí Joan Francesc tenía a tiro su objetivo predilecto: estar a un partido. El entrenador catalán alineó su ideario clásico, con Babín por Amorebieta en el eje central, y con el regreso de Canella y Burgui en el costado izquierdo. El Sporting y Osasuna firmaron un empate que no ayuda a ninguno en un partido alocado con remontada, errores clamorosos árbitrales y un punto para cada uno.
El equipo rojiblanco salió concentrado y controlando el balón ante un Osasuna plano. Tras dos ocasiones, con sendas acciones rigurosas,- penalti a Cop y fuera de juego a Burgui, el Sporting regresó al pasado; balón lateral, ante la ineficacia defensiva de Douglas y Meré, y gol. Así de simple. Vacuna en apenas dieciocho minutos. No es falta de tensión, eso es flor de un día, sino falta total de calidad defensiva.
El Sporting necesitaba tres toques para amenazar a la zaga rojilla, endeble y dubitativa. Burgui, de nuevo el más activo, filtró un pase magnífico a Duje Cop, absolutamente solo ante Sirigu, pero el delantero croata desvió en exceso. Una de esas ocasiones imperdonables. El paso de los minutos desaceleró el amago de ritmo rojiblanco; Osasuna, absolutamente carente de fútbol, vivía cómodo entre pausas, pérdidas de tiempo, disputas.
El equipo asturiano estaba comprando el billete de Osasuna, su propuesta, y encima iba perdiendo. Gil Manzano, protagonista desde el fatídico error del fuera de juego, contribuía a la acción local sin castigar la concatenación de sus excesos. Cada salida era frenada con un palo de dimensiones monumentales. El Sporting no sabe competir. Es un mal endémico de esta temporada.
Al inicio de la segunda, a una parte del descenso virtual, Burgui salió como una flecha atacando al espacio. Oier, con la posición pérdida, derribó al extremo pero Manzano, muy lejos de la jugada, decidió no señalar nada. El Sporting no podía, tampoco le dejaban. Dos minutos más tarde Gil Manzano decidió perdonar la segunda amarilla a Fausto Tienza por una entrada clamorosa. Sigan.
Osasuna, con todas sus limitaciones, estaba haciendo su partido: faltas, balones a León, y más pérdidas de tiempo. El Sporting desesperado. Y Rubi mirando atónito sin hacer nada desde el banquillo. A los sesenta y tres minutos, necesitando dos goles, Rubu hacía el primer cambio, hombre por hombre. La ansiedad empezaba a ser constante.
Cada ataque era más nervio que peligro. Los rojillos estaban en su salsa. Pero el Sporting, como los gatos, siempre tiene una nueva vida. O quizás más. Este equipo es así; en dos minutos, con todo en contra, Canella y después Castro emptaban el partido. Una auténtica locura. Ahora, con solo cinco minutos para terminar, el partido entraba en el caos absoluto, y total. Ni Gil Manzano podía frenar el ahínco. Las rotativas paradas. Para el espectador medio el partido era una gozada. Para los aficionados de los equipos un amago de infarto. El corazón donde la táctica desaparece. La remontada no se culminó y el Sporting, más peligroso siempre cuando más tocado parece estar, se lleva un punto a todas luces insuficiente.
Osasuna: Sirigu, Vujadinovic, Fuentes, Clerc, Oier, Buñuel, Roberto Torres, Causic, Fausto (Mérida min 55), Sergio León y Kodro.
Real Sporting: Sporting: Cuéllar, Douglas, Meré, Babin, Canella; Vesga, Sergio, Moi Gómez; Carmona, Burgui (Afif min 88), Cop.
Goles: 1-0 Kodro (min 18) 2-0 Kodro (min 72) 2-1 Canella (min 79) 2-2 Castro (min 81)