Rubén Suárez: «Estuve muy cerca de volver al Sporting»

Josu Alonso
Josu Alonso GIJÓN

SPORTING 1905

Rubén Suárez
Rubén Suárez

Entrevista para La Voz de Asturias del ex jugador del Real Sporting de Gijón

13 may 2017 . Actualizado a las 12:57 h.

A sus 38 años y afincado en Valencia, Rubén Suárez (Gijón, 1979) sigue dándole patadas a un balón en el Torre Levante de la Tercera División. Él mismo reconoce que está en un periodo donde «me divierto con el fútbol». Son novenos en la tabla y acabarán la temporada sin sufrimiento. Rubén lleva el fútbol en las venas y es un auténtico trotamundos. Además de clubes en España, también probó la liga china y griega. Hijo de Cundi y formado en el Sporting tuvo posibilidades de volver aunque finalmente no lo hizo. El profesional gijonés habla claro sobre su profesión y sobre lo que ve en la distancia. Aunque han pasado los años tampoco olvida lo sucedido hace 13 años en Eibar.

-El Sporting vuelve a Ipurua y es imposible no recordar el nombre del balear Rodado Rodríguez. En aquella plantilla de la temporada 2004/2005 estaba usted. Incluso llegó a disputar algunos minutos en la segunda mitad.

Ese partido está marcado en la historia de todos los sportinguistas. Era el último tren que teníamos para subir después de un año increíble y todos nos acordamos de lo que paso allí.

-En aquel momento dice que era el último tren para el ascenso. Lo de mañana para la permanencia. ¿Vivencias similares?

La situación ahora es totalmente distinta. En el otro caso luchabas por un objetivo, un sueño que era conseguir un ascenso y ahora te juegas la vida. Uno era un premio importante y lo otro no. Puede ser un partido clave como las otras dos ocasiones pero el de ahora es mucho más importante.

-Para alguien que ha salido del Sporting, ha conocido sus categorías inferiores y vive fuera. ¿Cómo ve todo lo que está sucediendo?

Ya sabemos que el fútbol es como es. Ha sido un año complicado donde vi un inicio de temporada increíble. Siempre dije que parecía que el Sporting no iba ni a sufrir. Al final se tuerce todo y se pasa una temporada muy difícil. No es fácil pero al final saben más los que están allí. Desde la distancia puedo ver partidos y enterarme de las cosas importantes pero el día a día es lo que te marca un poco por qué el equipo se encuentra así.

-En verano hubo una limpieza del vestuario muy importante con la salida de varios futbolistas de Mareo y se trajeron 16 futbolistas ¿Por qué da la sensación de que lo de casa no se valora lo suficiente?

Al final eso pasa en todos los sitios. A lo mejor en Gijón menos porque estamos acostumbrados a vivir de gente de la cantera. Cuando mejor está el equipo, se apuesta por gente de la casa y se confía más, la gente tiene más paciencia. Fuera quizá hay menos. Al final hay que darse cuenta que un futbolista tiene unos sentimientos hacia unos colores que son incuestionables, sobre todo los de la casa pero al final es tu vida. El club a veces tiene que proteger más a ese jugador y valorarlo más o mejor que el futbolista que pueda venir de fuera.

-Es decir ¿usted considera que si se mira hacia la cantera?

Sobre todo de cara a la afición. A la grada le gusta que salga gente de la casa, está acostumbrada y sabe que va a dar el todo por el todo con la camiseta. Quizá a la hora de valorar para renovar el contrato no se valore tanto como a un profesional que viene de fuera y que tiene que demostrar muchas cosas. Gijón ese tipo de asuntos los cuida pero a nivel de club se debe valorar también.

-¿Le hubiera gustado volver a jugar en el Sporting?

Si claro. Es más, estuve muy cerca de llegar pero al final es lo que te dije antes. Hay que saber valorar el sentimiento y separarlo de la razón. Tuve mi opción de volver pero surgió otra posibilidad mejor para mí y mi familia y no dude en cogerla. El fútbol además de un sentimiento para nosotros es un trabajo y pasa más rápido que lo que la gente piensa. Parece que fue ayer cuando debute y ya se me ha acabado (risas). El futbolista en ese sentido tiene que mirar un poco para sí mismo y ver que es un empleo que se acaba mucho antes que los demás.

-Si se consuma el descenso mañana ante el Eibar ¿deberían hacer autocrítica todos los estamentos del club?

Yo creo que ya lo hacen. Imagino que el club habrá mirado en lo que ha acertado y se ha equivocado y que es consciente de ello. Pasa en todos los sitios: Granada, Pamplona… Cuando un equipo baja es porque hay cosas que no se hicieron bien. Si todo el mundo acertara todos estarían Primera. Al final cuando convives, y no sólo pasa en Gijón, con una situación económica al filo de la navaja te cuesta mucho hacer plantillas y fichar jugadores: hay que acertar mucho y hacer un buen año. Es lo que les pasa a algunos equipos de la categoría que están abajo y los que suben de Segunda el primer años les pasa lo mismo: pelean por salvar la categoría como el Leganés o el Deportivo es. Es lo que marca el tema económico.

-¿Confía en el que el equipo salve la categoría?

Deseo que se pueda salvar. Si por mí fuera ya te digo yo que se salvaría seguro (risas). Mientras hay vida hay esperanza y otra cosa no pero en Gijón esperanza, voluntad y, sobre todo, fe en un equipo nos sobra. Vamos a esperar. Ojalá se tenga que decidir todo en la última jornada porque querrá decir que el Sporting ha ganado y los rivales no. Ya hemos celebrado un ascenso en la última jornada ¿por qué no otra salvación? Si nosotros estuviéramos en la situación del Leganés o Deportivo pensaríamos que no se nos puede escapar. A ver si a ellos se les escapa y podemos celebrar otra permanencia.