Análisis del partido propuesto por el técnico rojiblanco
08 oct 2017 . Actualizado a las 18:21 h.Paco Herrera sorprendió con su doble pivote para recibir al colista, pero el resultado le dio la razón. El entrenador apostó por su opción más defensiva dando entrada en el mediocampo a Álex Bergantiños, algo que no entraba en los planes de prensa y afición. Pero lo cierto es que se vio a un Sporting más competitivo que en las pasadas jornadas y el gallego cuajó un partido cercano al que esperaba de él Miguel Torrecilla cuando lo firmó.
La escuadra asturiana no jugó al llamado tiki taka, pero pudo meter la goleada de la temporada si llega a tener un poco más de acierto en acciones puntuales, como por ejemplo:
Los dos penaltis fallados por Stefan Scepovic y Carlos Castro, el lanzamiento de falta de Rubén García que tocó el palo, la acción de Santos, en la que se iba sólo contra la portería rival hasta que el guardameta lo dejaba noqueado, u otras menos claras en las que se fallaron manos a mano o no se llegó a rematar a la altura de la gran oportunidad que se tenía.
El aspecto táctico
Se pudo observar que la entrada en el once de Bergantiños ayudó a que Jordi Calavera y Canella mejorasen de forma notable su aporte ofensivo, e incluso defensivo respecto a las semanas anteriores, ya que tenían una mayor confianza en la cobertura defensiva. Además, cuando se sacaba el balón jugado desde atrás, el hecho de tener dos referencias cercanas a la zaga también permitía que los carrileros buscasen su primer contacto con el cuero en una posición más avanzada que en anteriores citas. No obstante, en algunas situaciones se apreció que el sistema de juego sigue sin estar asentado y en alguna ocasión todos los compañeros del hombre con balón buscaban la asociación en largo, dejándole sin un pase de seguridad y regalando la posesión salvo gran acción.
Por otra parte, se logró un gol de córner en lo que pareció una jugada preparada para que Sergio Álvarez aparezca desde segunda línea al remate, gracias a una asistencia de Carmona en una zona cercana al primer palo. Una novedad en una faceta poco productiva en lo que va de campaña.
Los cambios
El primero de ellos vino obligado por la lesión de Santos, aunque fue de un hombre por hombre que aportó más presión en la primera línea y mayor apertura del campo. Isma López cumplió el papel que le pedía su entrenador, así como también lo hizo Pablo Pérez al acceder por Carlos Carmona. El asturiano dio una asistencia de gol y aunque no estuvo demasiado acertado, realizó un gran trabajo en ataque y defensa para el equipo.
Dos movimientos de ficha que buscaban una mayor profundidad en el frente ofensivo, así como nuevas energías para presionar arriba la salida de balón rival y que el equipo no se metiese atrás, como ocurrió en otras jornadas con el resultado a favor en El Molinón. De hecho, Herrera aprovechó la mayor disposición defensiva de Isma y Pablo para adelantar en momentos concretos a Bergantiños a esa primera presión de alta intensidad, lo que generó algún robo de balón interesante, así como creaba dudas al filial.
Por último, quiso dar descanso a Stefan Scepovic para el martes, que estaba rondando el hattrick, y algo de confianza a un Carlos Castro que no supo aprovecharla.