Análisis sobre su paso por el banquillo asturiano
11 dic 2017 . Actualizado a las 21:24 h.El pasado julio Paco Herrera llegaba a Gijón para tomar las riendas de un equipo que había perdido la categoría. El catalán, que aterrizó en el Principado bajo la recomendación de Torrecilla, no ha sabido, según él, dar con la tecla en 18 jornadas al frente del conjunto rojiblanco. La crisis de juego y de resultados han propiciado que el entrenador barcelonés deje el banquillo asturiano.
La temporada de Herrera en el Sporting no comenzó del todo mal. Un empate a cero en Alcorcón sería la antesala de lo que sucedería después: Un equipo sin alma, sin juego, y en una zona demasiada próxima al descenso. Después de visitar la capital, el entrenador catalán conseguiría un buen bagaje de puntos. Pero en Reus todo cambió.
La visita a Tarragona marcó un antes y un después en la trayectoria de los asturianos. Hace seis semanas de aquella dolorosa derrota que alejaba al equipo de las posiciones de ascenso directo. Desde esa fecha todo a ido a peor. Ante el Valladolid, Sergio cae lesionado en el calentamiento y el equipo mostró una cara que hasta ese día no había mostrado. Se convirtió en un barco que navegaba sin capitán.
Pero la crisis de Herrera no llegaría hasta la jornada siguiente. Barral regresaba a la que fue su casa durante seis temporadas, y no pudo dejar un sabor mas amargo en Gijón. El Cádiz le endosó tres goles -uno de ellos del ex rojiblanco- y sacó a la luz las vergüenzas de los asturianos.
La salida a Albacete arrojó un rayo de esperanza sobre el banquillo rojiblanco. Los gijoneses empezaron perdiendo en el Carlos Belmonte, pero, una vez más, Michael Santos salió al rescate del catalán. Hizo dos goles y puso por delante a los asturianos. Sin embargo, y como viene siendo habitual, el equipo encajó a balón parado.
Los siguientes partidos fueron un cúmulo de despropósitos, varias dosis de mala suerte, y una afición que ha roto con su equipo del alma.
Paco Herrera ha conseguido durante su segunda etapa como rojiblanco -primera como entrenador- seis victorias, seis empates y seis derrotas en liga -cuatro en las últimas seis jornadas- al frente del Sporting. En copa jugó dos partidos. Una victoria en Reus, con gol de Nacho Méndez, y un empate -posterior derrota por penaltis- en casa ante el Numancia. Unos números positivos si el objetivo de los asturianos fuese la permanencia.
