Guille Gómez

Artículo de opinión

21 dic 2017 . Actualizado a las 21:22 h.

La derrota ante el Granada envía al Sporting de vacaciones en la mitad de la tabla y aún faltando por jugar rivales directos con los que pelear por regresar a Primera. El 2-1 puede resultar engañoso. Un resultado maquillado al final por Santos donde el conjunto local demostró que buscaba la victoria frente a un conjunto rojiblanco con la mente más cerca del periodo navideño que de lo que se jugaba en Los Cármenes.

El Sporting perdió el encuentro por dos fallos defensivos muy graves que a estas alturas de la competición no se pueden permitir. El penalti puede generar dudas pero agarrar a un jugador de la elástica al borde del área es un error de principiante. En el segundo tanto que un rival peine el balón en el primer palo casi sin oposición demuestra el desorden defensivo del equipo. A esos fallos hay que sumarle la intensidad necesaria en general para llevarse el partido.

Uno de los grandes problemas de este equipo es que no es intenso. Es más, se caracteriza por su irregularidad. La comparativa con el encuentro ante el Tenerife vale como muestra. El Granada remató 19 veces a portería por 9 del Sporting. Un dato que demuestra que el equipo estuvo más preocupado por la faceta defensiva que por la ofensiva. Las líneas no estuvieron juntas dejando espacios al rival que te acaba matando en las contras.

Baraja tiene mucho trabajo por delante para el período navideño aunque el comienzo con su capacidad de autocrítica es muy positivo. Lo primero convencer a estos jugadores de lo que se juegan cada domingo. Lo segundo tratar de inculcar su filosofía porque querer un fútbol ofensivo es de todo menos lo visto ante el equipo nazarí. Lo tercero y último, empezar a preocuparse, aunque sea de puertas para adentro, de la distancia con los de arriba. El equipo es décimo con 27 puntos. El corte con el play off lo marca el Oviedo con 33 y un partido menos. Numancia, Rayo y Lugo tampoco han jugado, igual que el líder. El equipo volverá a jugar el Día de Reyes contra un Córdoba que le ha enchufado una manita al Reus. Ojo a los de abajo.

El Sporting se va de vacaciones con la sensación de que no puede competir con los de arriba. Puede que haya equipo (con muchas dudas) pero sobre el verde no se demuestra. Los rojiblancos tienen un balance desastroso en sus enfrentamientos con los que están por encima. Tan solo ha sido capaz de ganar al Lugo dentro de los seis primeros clasificados. Ni Huesca, ni Cádiz, ni Granada, ni Rayo ni Oviedo han sufrido el esperado rodillo de un equipo que era, sobre papel, el rival a batir. De hecho, de esos 18 puntos disputados cuenta en su haber con 6. Y eso que no se incluyen dos rivales como Osasuna y Numancia con los que tampoco se obtuvo ni tan siquiera un empate.

Esta es la radiografía del actual Sporting. Un equipo que se está complicando la vida sin necesidad de ello. Queda tiempo, sí. Pero cuidado con las confianzas porque si está plantilla no empieza pronto a demostrar cosas pueden volver los fantasmas del pasado. El mercado de invierno está a punto de caramelo. También será el momento de Miguel Torrecilla.