El mejor: Barba muestra músculo en un Sporting que desborda orgullo

Emilio Ordiz

SPORTING 1905

Barba
Barba @guillegl73

El italiano fue el mejor del cuadro asturiano en un partido sufrido pero que consolida al líder

16 abr 2018 . Actualizado a las 20:46 h.

Paso muy firme y con muy buena letra. El Sporting ha encontrado el camino y es tan potente, cree tanto en lo que hace, que es imposible desviarle. Da igual quién sea el rival o lo que haga, porque el conjunto del Pipo Baraja se ha convertido en indestructible.

En el horizonte solo se ve la Primera División: no lo dice la fe, lo dicen los números, que al final es lo que cuenta. Ocho partidos seguidos sumando de tres en tres; con mayor o menor brillantez, el Sporting sabe lo que hace y ha corregido un vicio horrible que tenía. Ya no se amilana ante nadie. 

Buen ejemplo de la gran dinámica rojiblanca es el italiano Federico Barba. Ya fue de los mejores ante el Reus y en Pucela no tenía una papeleta nada amigable. El pichichi de la competición cara a cara con el que para muchos es el central más completo de la misma. No suena descabellado. Jaime Mata, con sus tantos goles y su tan brillante puntería se topó con un muro que tiene acento transalpino. Marca diferencias, porque al fútbol también se puede ganar siendo tres cosas que es este Sporting: trabajador, solidario y correoso. 

Es complicado quedarse solo con un nombre después de tantas cosas bien hechas. Bergantiños, Rubén, Canella, Sergio y por supuesto Diego Mariño. Así se hacen los equipos ganadores. Con todos sumando. Sin Santos, y sin Jony durante más de medio duelo, nadie se lamentó.  

Ahora en Gijón no se regodea nadie en las heridas. No hay tiempo para eso. El discurso de Baraja ha calado tan hondo que los veinticinco futbolistas van a lo mismo. Por eso se gana, por eso se disfruta y por eso la grada está tan sumamente orgullosa. 

Barba no es más que un representante de la felicidad que desborda el cuadro rojiblanco. Ver a todos por el retrovisor no es casualidad. Nada es de milagro, ni todo es suerte. Hubo alguien en esto del fútbol que una vez dijo que si se cree y se trabaja, se puede. El Sporting del Pipo lo confirma.