El técnico ensaya la mejor forma de juntar a los dos nombres llamados a marcar diferencias
28 sep 2018 . Actualizado a las 12:12 h.Helsinki (Finlandia) y Belgrado (Serbia) están separadas por más de 2.000 kilómetros. Una distancia larga y difícil de coordinar hasta por aire; la conexión entre ambos puntos exige hacer escala, preferiblemente en Francia o en Alemania. Ambas capitales europeas tienen otro pequeño puente en Gijón. El destino ha mezclado en el Sporting a un finlandés, Robin Lod, y a un serbio, Uros Djurdjevic.
El rendimiento de ambos, dos jugadores hasta hace muy poco desconocidos para el público gijonés, marcará las ambiciones del segundo curso de Miguel Torrecilla. La reconfiguración estival del director deportivo salmantino obliga a recortar las distancias entre los dos hombres llamados a marcar diferencias en el Sporting. Lod y Uros, nacidos en capitales europeas, mantienen el mismo rol de capitales en el equipo.
2335 kilómetros, 180 minutos compartidos
Robin Lod y Djuka, como le gusta que le llamen, son las apuestas de mayor envergadura de la revolución iniciada por Miguel Torrecilla. El primero en llegar fue el finlandés; firmado gratis a sus 25 años después de cumplir ciclo en el Panathinaikos, donde llegó a consolidarse como uno de los nombres más destacados, siendo habitual en la absoluta de su país y sumando un importante bagaje internacional por Europa League. Es decir: Lod, desconocido por el público general pero con nombre en los despachos importantes del fútbol, estaba llamado a ser un jugador absolutamente diferencial en Gijón. Después, tras la operación salida, culminada con los traspasos de Sergio y Fede Barba, Miguel Torrecilla elevó la apuesta para firmar al hasta hoy fichaje más caro de la historia del club: Uros Djurdjevic. El serbio, de 24 años, venía a elevar las exigencias en ataque, en el firme objetivo de firmar a un jugador diferencial, capaz de sumar una cifra importante en Liga.
A orillas de la séptima semana de curso, ya algo resacosa, los dos ases del proyecto no terminan de encontrarse. Para ser justos Lod y Uros solo han coincidido 180 minutos. Una suma de dos partidos dividida en pequeñas fracciones en cuatro jornadas. Cuando les ha tocado coincidir tampoco han logrado conectar. Lod, ajustado a una banda, y Uros, una isla en ataque, parecen diminutos en comparativa a sus expectativas.
El finlandés, hasta ahora perdido entre cambios de posiciones, adaptaciones, viajes y lesiones, ha conectado hasta 73 pases pero sin conectar con Uros en una situación de ventaja. Otra estadística que argumenta la difícil adaptación del finlandés a la banda es su incapacidad para driblar desde ese perfil, con solo 2 regates con éxito.
Hasta esta semana el cuerpo técnico había apostado por un dibujo sin mediapunta y con Lod reajustado al costado izquierdo. El resultado, estudiado desde la caída en Pamplona, parece obligar a una reformulación con la modificación de Robin Lod a la mediapunta,apoyado por Cofie, seguro, y Sousa o Salvador en el doble pivote. Baraja se ve forzado a tocar el dibujo para que la distancia entre Helsinki y Belgrado encuentre un puente aéreo en Asturias. La solución podría iniciarse este mismo sábado ante Las Palmas. Habrá que esperar para saber si la firme apuesta de Torrecilla no va de farol y puede terminar resultado una mano ganadora.
