La Pizarra: Una hora para soñar con el Sporting

Alejandro Vigil Morán

SPORTING 1905

Hernán y Geraldes
Hernán y Geraldes Real Sporting

Análisis de opinión táctica sobre el Rayo Majadahonda - Sporting

19 oct 2018 . Actualizado a las 22:09 h.

En el fútbol, como en todo en la vida, hay gustos para todo, pero resulta innegable que el Sporting jugó a la perfección como visitante durante la primera hora del encuentro en el Wanda Metropolitano. La táctica no marca goles y no es responsable de que el marcador se quedase en solo un 0-1 de ventaja, pero sí ayudó a generar dichas ocasiones de peligro a la contra, así como para evitar las del rival.

Cierto es que una vez superado el minuto 60, el desgaste físico y mental de la intensa presión defensiva, así como el no haber logrado "matar" el encuentro previamente, supuso un giro que hizo perder el control del partido. No obstante, por primera vez en meses se pudo ver a un Sporting que dominaba las situaciones desde lo colectivo como visitante.

La propuesta inicial

El técnico rojiblanco apostó por un sistema 4-4-2 en defensa que en ataque pasaba a ser un 4-4-1-1 con Pablo Pérez bajando una línea como cerebro ofensivo, mientras Neftali buscaba la ruptura a la espalda del rival.

Dani Martín en portería, defensa de cuatro para Geraldes, Juan, Peybernes y Noblejas. Ambos laterales doblaron por banda a sus extremos con mayor determinación que Molinero y Canella, lo que ayudó a generar ocasiones de gol extra, así como facilitó el desborde de sus compañeros. Especialmente destacable el atrevimiento del zurdo, ya que no jugaba un encuentro oficial desde comienzos de año, con todo lo que ello significa a nivel de confianza y de fondo físico. El propio debutante reconoció posteriormente que aún no está a su mejor nivel, aunque trabajo para conseguirlo.

Por delante de ellos un doble pivote compuesto por Hernán Santana y Cris Salvador. Dos futbolistas que quizá no brillaron tanto como otros de cara a la galería, pero que cerraron de forma inteligente las líneas de pase por dentro mientras aguantó la gasolina, obligando a que el Rayo tuviese que jugar por bandas. En los costados, Nacho y Traver también realizaron un buen desgaste defensivo siguiendo a su par hasta el propio área cuando fue necesario, así como a nivel ofensivo Traver dio un golpe sobre la mesa demostrando que sabe correr, pero también entiende cómo conectar con sus compañeros, sus buenos pases de gol fueron una constante.

En la delantera, Pablo Pérez jugó su mejor partido en años y lo hizo como segundo punta, marcando los tiempos requeridos para elaborar las jugadas, sin prisa pero sin pausa. Curiosamente, su único fallo estuvo en su exceso de compromiso defensivo, ya que en ocasiones seguir al rival sin éxito contra tu propia portería supone perder una referencia de ataque para buscar la contra, además de sufrir un desgaste extra, lo que invita a que el equipo recule y tenga menos aire. A su vez, Neftali realizó un notable despliegue físico, tanto defensivo como ofensivo, que ayudó mucho al colectivo. Pelea todos los balones y suele llegar antes que el rival, al joven punta solo le faltó una mejor definición de cara a portería, sus desmarques fueron constantes, como su presión.

Los cambios

Pedro por Traver. Un cambio que posiblemente llegase marcado por la intención de dar descanso a un futbolista que jugará el domingo contra el Cádiz. Pablo Pérez pasó a la banda derecha mientras Pedro ocupó el rol de segundo punta, el canterano tuvo en sus botas el 0-2 tras un gran disparo al larguero. A nivel colectivo, el equipo notó una merma en la verticalidad por bandas al encontrarse en el otro costado Nacho, que tampoco se trata de un extremo puro.

Isma Cerro por Pablo. Para paliar esa falta de desborde en el uno contra uno y ganar frescura, el Sporting dio entrada a otro debutante como Cerro, procedente del Sporting B. El futbolista no estuvo muy acertado, quizá por la falta de ritmo competitivo, aunque el cambio por Pablo Pérez en la banda era muy lógico.

Morilla por Hernán. El ex de Las Palmas tenía los gemelos subidos y el guaje entró para aportar energías renovadas a la segunda línea, tratando de descargar de trabajo a su vez a un cansado Nacho Méndez. Quizá no tuvo su mejor día a nivel colectivo, pero sus inteligentes desmarques ayudaron al Sporting a pisar área rival en un mal momento para el cuadro visitante. Tiene calidad y entiende el juego.

Balón parado

Uno de los puntos negros de la noche. Bien en la primera presión, pero mal en la segunda. El Rayo hizo daño cuando buscó el centro tras una elaboración en vez de botarlo directamente, falló la concentración en el marcaje.

Nota final para Baraja y su cuerpo técnico

Notable. El partido estuvo bien planteado y los cambios tuvieron lógica. Es cierto que el Sporting bajó las líneas de presión en la segunda parte, aunque todo invita a pensar que fue debido al desgaste de los hombres de ataque, que jugaron de forma intensa durante la citada primera hora y en muchos casos no tenían ritmo de competición. El único pero, no haber realizado antes los cambios para tratar de alargar el control sportinguista.