El salmantino es el principal apoyo del técnico, cada vez más cuestionado
30 oct 2018 . Actualizado a las 03:35 h.Rubén Baraja inició ayer con absoluta normalidad el regreso del equipo a la dinámica habitual de entrenamientos en Mareo. El técnico encara la galopante crisis de resultados con tranquilidad y confianza en el trabajo de su método y cuerpo técnico. La fiebre de resultados ha golpeado las expectativas iniciales sobre el proyecto, con una racha incuestionable de 1 victoria en 8 partidos. Pese a ello, el club está decidido a apoyar a Baraja para reaccionar, al menos a corto plazo. Baraja cuenta con el apoyo total de Torrecilla, su principal valedor. En ese sentido el club, muy preocupado, coordina su mensaje con el director de la parcela deportiva, reivindicando la capacidad de Baraja de levantar la situación.
Baraja acudió directamente al despacho
La noche del viernes fue especialmente complicada para el técnico, que había encontrado algo de luz en Cádiz. Según fuentes consultadas, al término del encuentro, con las pulsaciones lógicamente todavía altas, el entrenador no acudió al vestuario y se fue directo a su despacho, para evitar así un contacto de primeras con la plantilla, dejar algo de espacio a los jugadores, también afectados, y preparar de la mejor forma posible la rueda de prensa post partido. No es la primera vez que el Pipo decide girarse para dar mayor espacios a los jugadores tas un golpe duro. La temporada pasada ya había tomado en alguna ocasión esta determinación. En este caso tras comparecer ante los medios, el técnico regresó, otra vez, a su despacho y se fue más tarde de lo habitual, entrada ya la noche, del estadio.
Apenas unas horas después, en la mañana del sábado, Baraja pulsó la opinión de la plantilla ya con las pulsaciones más calmadas de todos, con el objetivo de señalar los errores manifestados en un extraño encuentro en el que nada salió como lo ensayado en Mareo.
Torrecilla mantiene su confianza
La crisis es reconocida por todos los sectores del club. Las explicaciones son muchas pero de momento el guión es el mismo: confianza en el cuerpo técnico. En ese sentido, según fuentes consultadas, la dirección de Torrecilla es fundamental. El salmantino, fiel a su forma de actuar, está decidido a mantener a Baraja, asumiendo la difícil puesta en escena del equipo y de los fichajes, con una comprometida adaptación que tiene un peaje claro y que está por ver si tiene reivindicación posterior. No es palabra de Dios, pero Torrecilla siempre elabora la competición en tercios. Lo hace desde siempre, para tratar de alejarse del juicio semanal al que está expuesto, de forma evidente, el fútbol contemporáneo.
Torrecilla trata de hacer divisiones para extraer conclusiones por fases. De hecho suele tomar decisiones después del primer tercio pero ya ha tomado excepciones como con Poyet, cesado antes del primer bloque en Sevilla. La preocupación existe, es creciente y la situación, a la misma distancia del descenso que del play off, es muy complicada, aunque Torrecilla asume el riesgo.
