La Pizarra: El Sporting vuelve a ser un club ganador

Alejandro Vigil Morán

SPORTING 1905

Sporting
Sporting @GuilleGL73

Análisis del Sporting - Mallorca desde el banquillo

16 dic 2018 . Actualizado a las 18:17 h.

Ya se puede decir que el Real Sporting de Gijón vuelve a ser de ese tipo de conjuntos que uno intuye que de algún modo u otro acabará ganando el partido. Se palpaba en el ambiente de la grada y así fue finalmente, 1-0 contra el Mallorca.

Bien es cierto que todavía existen muchos ajustes por realizar, de hecho no se cerró el partido y hubo que defender hasta el final el 1-0, como ya ocurrió en el 2-1 frente al Tenerife, pero el salto de calidad con la llegada de José Alberto y sus hombres es notable. El siguiente escalón pasa por afianzar conceptos y ganar esa solvencia que aporte más fiabilidad los 90 minutos.

La propuesta inicial

José Alberto sorprendió apostando por un sistema 4-4-2, pese a que frente al Tenerife y al Elche se habían cometido peligrosos desajustes defensivos y ofensivos al partirse en dos el equipo, sin olvidar que solo tiene dos delanteros centros en su plantilla, de modo que no había recambios en el banco.

En esta ocasión el equipo sí fluyó mejor, aunque se notó un sistema menos conjuntado que el 4-3-3, de hecho el Mallorca remató en 16 oportunidades por las 13 del Sporting, si bien es cierto que los sportinguistas pisaron área rival con mayor peligro.

Mariño en portería, defensa de cuatro para Geraldes, Peybernes, Babin y Cordero. Los zagueros volvieron a cuajar un gran partido y el propio José Alberto señalaba en sala de prensa su alegría al respecto, tanto a nivel defensivo como ofensivo, con el foco especialmente colocado sobre Babin y Geraldes.

En la salida de balón desde atrás se notó la falta de un tercer mediocampista, aunque con el paso de los minutos los pivotes comenzaron a ofrecerse mejor a los defensas y no hubo grandes fallos en ese sentido. También es destacable que pese a la presión del Mallorca, el Sporting trató de sacar el balón jugado desde atrás en los saques de portería, colocando a los centrales en los laterales del área. Los centrales están ganando peso con el cuero en los pies mediante el paso de las semanas y en más de una ocasión se atrevieron a subir la posesión hasta el ataque en jugadas personales.

Los citados pivotes, Cris Salvador y Nacho Méndez fueron de menos a más. Tenían bastante terreno por cubrir y echaron en falta algo más de movilidad por parte de sus compañeros de ataque a nivel ofensivo, ya que en algunos momentos se formaba una línea de cuatro hombres demasiado estática arriba, lo que restaba líneas de pase posibles, dejando la creación en manos de un movimiento individual de los medios, entre ambos dieron 100 pases correctos y 15 errados. A nivel defensivo, Salvador con 14 acciones defensivas brilló más, aunque el asturiano con 8 acciones también colaboró más de lo habitual en la materia.

En las bandas Carlos Carmona, sin hacer un gran partido, volvió a estar mejor que su par en la banda contraria, en este caso Robin Lod. El balear colgó varios centros al área que no acabaron en remate salvo en dos ocasiones, al igual que el finlandés, aunque dio una asistencia de gol a Blackman que fue mal anulado por fuera de juego. A nivel defensivo el diestro se fue hasta las 14 acciones y el zurdo se quedó en 6. De ambos se espera una mayor participación en el juego de ataque y no lograron ofrecer el fútbol combinativo deseado.

El rol de ariete llevó el nombre de Blackman y Djuka. El inglés estuvo menos fino que en semanas anteriores, aunque si bien es cierto que marcó un gol legal y otro anulado que debería haber subido al luminoso; teniendo en cuenta que se trataba de su primera titularidad, cualquier aficionado le perdonaría mantener ese rendimiento, pese a que en acciones defensivas y del juego colectivo estuvo inactivo. Todo lo contrario que el serbio, que posiblemente jugó su mejor encuentro con la camiseta rojiblanca. Djuka intentó hacer las veces de ese tercer hombre en el mediocampo a nivel de intensidad defensiva, así como un ataque estuvo omnipresente, en una jugada se le veía en la banda izquierda, en otra en la derecha y en la siguiente en el frente ofensivo, generando de este modo superioridades numéricas al lugar donde se acercaba, lo que desatascaba el juego. Además dio la asistencia del gol y peleó todos los balones divididos.

Los cambios

Traver por Lod. El zurdo se encontraba lesionado y fue un cambio de hombre por hombre. El extremo fue demasiado egoísta con el balón en los pies y pudo haber dado varias asistencias de gol aprovechando su desborde, aunque en defensa sí fue un hombre de equipo y se fue hasta las 10 acciones pese a jugar media hora. Sorprendió la libertad con la que jugó apareciendo por ambas bandas y que en el costado izquierdo bajaba a recibir balones interiores, en vez de pegarse a la línea de cal.

Pablo Pérez por Blackman. Un cambio para aportar pegamento al equipo. El gijonés estuvo en todas partes, peleó muchos balones y su juego de cabeza ofreció peinadas interesantes. Su entrada dio centrocampismo al ataque rojiblanco en unos minutos en los que se corría el peligro de partirse en dos.

Álvaro Jiménez por Carmona. El extremo volvió a entrar en los minutos finales para aportar oxígeno en defensa y tratar de aprovechar una contra con su velocidad. No estuvo muy acertado, aunque si aportó esa intensidad deseada.

Balón parado

Bien en defensa, en ataque se estuvo más activos que de costumbre aunque no llegó el gol. En los saques de esquina se buscó en más de una oportunidad el pase en corto con alguna combinación muy interesante que no acabó en diana. En líneas generales, correctos.

Nota final para José Alberto y su cuerpo técnico

Bien. El cambio de sistema ofrece alguna duda, aunque este equipo tiene otra cara y la afición disfruta. A pesar de los 16 disparos del Mallorca en Gijón, la portería se volvió a quedar a cero por segunda jornada consecutiva.