«Babin y Peybernes: Las garantías del Sporting»

Daniel Souto

SPORTING 1905

Babin y Peybernes
Babin y Peybernes @GuilleGL73

Análisis

18 abr 2019 . Actualizado a las 00:39 h.

La temporada del Sporting ha vivido sin ninguna duda muchos vaivenes. Discutiendo por momentos tanto el juego del equipo, el rendimiento de algunos de sus futbolistas o el papel de la secretaría técnica en cuanto a fichajes y planificación. Nadie se ha librado en un año muy largo y que seguramente vive su momento de mayor certeza y esperanza en este mes de abril. Ya se ha dicho por activa y por pasiva, a José Alberto le ha costado, pero el equipo rojiblanco ya ha encontrado su razón de ser. Ya sabe a lo que juega. El debate de si es más o menos bonito o atractivo se lo dejamos a otros, pero lo que es indudable es que es un estilo efectivo.

El Sporting no solo se encuentra a tres puntos de los puestos de playoff, sino que acumula ya siete partidos consecutivos sin perder, sumando tan solo un empate y con victorias tan importantes o de peso como ante el Oviedo en el derbi o el Granada esta última semana. Todo desde aquella derrota ante el Rayo Majadahonda en El Molinón que a más de uno le hacía arrojar la toalla. De ahí, que por números, sea imposible no tachar de efectivo el actual plan de José Alberto.

Un plan en el que, si en artículos anteriores hemos destacado la importancia y complementariedad de su doble punta o el rol que ocupan las bandas tanto en fase ofensiva como defensiva, no podíamos dejar sin reseñar la posiblemente mayor fortaleza del cuadro rojiblanco a día de hoy. Una pareja de jugadores que terminan por sostener todo y que en un modelo de juego en el que el Sporting acumula tantos minutos cercado en su propio área, toman una relevancia especial. No hablamos de otros que de los centrales.

La temporada de Babin ya estaba siendo colosal, muy por encima seguramente de las expectativas generadas el pasado verano, siendo un bastión en un equipo que sufría atrás, incluso con Rubén Baraja en el banquillo. El de Martinica destacaba sobre el resto mientras el Sporting era incapaz de definirse. Su fútbol siempre fue regular, con el añadido de ser de los más destacados del equipo jornada tras jornada. Una dinámica que también se traslada al momento presente, pero que ha visto acrecentada en importancia por el peso de su influencia sobre el césped. Aunque también por un aspecto que ha cobrado trascendencia en esta racha positiva del Sporting: su entendimiento, cada vez mayor, con su compatriota Mathieu Peybernes.

El jugador cedido por el Lorient había mostrado capacidades y aptitudes para ser un gran central en esta categoría. Un futbolista corpulento, férreo y sobre todo con velocidad al corte y para la anticipación, pero algunos errores puntuales y una falta de contundencia en el área en determinados momentos hicieron que las dudas planeasen sobre su rendimiento. Ahora, en un Sporting tan exigido cerca de la meta de Mariño, todo parecería apuntar que el francés podría sufrir en la defensa del área, pero nada más lejos de la realidad. Exceptuando ese momento de flaqueza en el tanto que supuso el empate del Málaga, tanto Pey como Babin se han complementado a la perfección en la defensa, tanto del centro lateral, como de la ofensiva posicional del rival.

Con la seguridad de Babin en el uno contra uno, aprovechando su envergadura, y la capacidad de Peybernes para defender al espacio, ambos combinan muy bien tanto una defensa agresiva lejos de la portería con un encomiable control en el interior del área. Sólidos en el juego aéreo, están siendo los artífices -con el permiso de un indiscutible Mariño- que permiten al Sporting contar tan solo tres goles en contra en esta racha de siete partidos. Incluso con la ausencia del de Martinica en tres de estos duelos, el bloque ha conseguido mantener esa solidez atrás, si bien la sensación sin él era muy diferente. Si el primer ataque es una buena defensa, con la dupla francófona defendiendo el área, el Sporting tiene en sus dos torreones una auténtica garantía.