El club asturiano busca un cambio de rumbo
25 nov 2019 . Actualizado a las 00:15 h.El Real Sporting de Gijón apura el reloj para comenzar la semana con un nuevo entrenador, en la búsqueda de un cambio de rumbo deportivo a través del banquillo, mientras la entidad rojiblanca se acerca a la zona de descenso a Segunda división B de un modo alarmante. La próxima cita tendrá lugar el sábado por la tarde en casa del Mirandés con cinco entrenamientos por delante.
La salida de José Alberto se da por hecha en Mareo, aunque la contratación de su sustituto está alargando el proceso de separación, bajo la intención de evitar la colocación de un técnico interino, como podrían ser los casos de Manolo Sánchez Murias o de Javi López. En paralelo, ningún miembro de la SAD ha querido realizar declaraciones sobre la situación de crisis del Sporting a excepción de los jugadores, que mantienen su apoyo al cuerpo técnico.
El conjunto asturiano sondeó ayer a Francisco Rodríguez, ex del Huesca entre otros, pero el entrenador da prioridad a otro tipo de proyectos con mayor poder monetario y deportivo. A su vez, el regreso de Juan Ramón López Muñiz al Sporting también parece bastante complejo al esperar ofertas de mayor potencial, mientras se mantiene en la recámara a otro entrenador con dos ascensos a Primera división en su historial como José Luis Oltra, cuyo caché entra dentro de los parámetros económicos del Sporting. Además se están recibiendo diversos ofrecimientos de técnicos y en ese sentido, en las altas esferas se da prioridad a los aspirantes que conozcan la categoría y el Sporting, bajo el deseo de acortar los plazos de adaptación. Un nombre que se unió a lista de opciones durante la tarde del sábado fue el de Miroslav Djukic, entrenador extranjero con notable experiencia en el fútbol nacional -Hércules, Valladolid (lo ascendió a Primera división), Valencia y Córdoba-. Su última experiencia tuvo lugar en el Partizán de Belgrado junto a Marc Valiente y Uros Djurdjevic.
En el capítulo de sueños improbables se encuentra el nombre de Abelardo Fernández, cuya amistad con Javier Fernández, sportinguismo y deseo por vivir en Gijón le abren una pequeña puerta al Sporting. No obstante, el asturiano debería bajar de forma notable su caché, una reducción que las normas del tope salarial sí admiten en el caso de los entrenadores, mientras en el de los futbolistas suele suponer un problema a la hora de la inscripción.
Cabe recordar que el Sporting también podría utilizar una cláusula especial para aumentar su tope salarial al cambiar de entrenador, aunque la citada cantidad se restaría del presupuesto de la próxima temporada. También se debe reseñar que existe una partida reservada para el mercado de fichajes, en el que se espera realizar un refuerzo llamado a marcar diferencias.
Un aspecto que puede condicionar la contratación del nuevo entrenador es el hecho de que Miguel Torrecilla solo tiene contrato hasta el verano de 2020, por lo que lo habitual en estos casos pasaría por sellar una vinculación al nuevo entrenador del Sporting por media temporada, con la posibilidad de verse ampliado de alguna manera en función de los resultados. El nombre del director deportivo ha perdido mucho crédito en las últimas semanas y su renovación se ha visto paralizada, pero está formando parte de las gestiones y no se espera un cambio inminente en dicho cargo.
Por otra parte, José Alberto descartó su dimisión en sus última aparición en la sala de prensa, de modo que el Sporting deberá llegar a un acuerdo con su agente para romper los meses de contrato que le vinculaban con la escuadra hasta el verano de 2020.
