Las 4 claves del empate del Sporting

Dani Souto

SPORTING 1905

Gallego
Gallego Real Sporting

Artículo de opinión

01 feb 2021 . Actualizado a las 08:51 h.

Punto con sabor amargo en El Molinón. Dos caras bien diferentes del equipo en un partido que volvió a complicarse acabando con un futbolista menos sobre el césped. Un Sporting que fue de más a menos y que terminó dando por bueno un punto que al descanso parecía insuficiente. Analizamos algunas de las claves de este empate:

Dos versiones en cada parte

De la cara a la cruz, cambio radical del Sporting entre los dos intervalos. La primera mitad, con una buena presión de los asturianos y mostrándose dominantes desde la posesión, fue ciertamente positiva en clave rojiblanca. El ímpetu de Djurdjevic permitió forzar ciertos errores en la salida de balón rival, que cedía protagonismo y metros a los locales. El serbio también fue fundamental -como habitúa- a la hora de bajar los envíos directos desde los centrales, pero esta vez los de David Gallego lograron asentarse poco a poco con balón, asociándose en corto desde atrás y consiguiendo retrasar poco a poco las líneas cartaginenses hacia su propio campo.

Si bien faltó algo más en el último tercio (incidiremos después en ello), la versión de la segunda mitad no pudo ser más diferente. Se perdió el control del esférico, se comenzaron a suceder los errores y las pérdidas, y el guion dio la vuelta por completo. El Sporting pasó a un plan más reactivo, defendiendo más cerca del área de Mariño, dando la sensación de no poder revertir la situación, algo que se repitió hasta el momento de la expulsión de Aitor, momento en el que ya solo quedaba defender un punto que empezaba a parecer botín suficiente.

Condicionados de nuevo por una expulsión

Momento para la incredulidad cuando tras un enfado de Aitor, el colegiado del encuentro, López Toca, sacó roja directa al atacante onubense. En la repetición se aprecia como el extremo se dirige al linier e inmediatamente este se comunica con el árbitro principal que no duda en sancionarlo con tarjeta roja. Apenas restaban poco más de diez minutos para el final del encuentro, pero el Sporting, que ya se veía durante un largo tramo por debajo en cuanto a juego, se vio nuevamente condicionado viéndose con un futbolista menos. Cuarta expulsión de la temporada, todas ellas por roja directa, y dos de estas muy recientes. El marcador no se movió, pero el movimiento de piezas que intentó ajustar Gallego con la entrada de Aitor no tuvo opción de valorarse. El Sporting, de nuevo, condicionado por errores propios fácilmente evitables.

Faltos de profundidad

Más centrados en lo puramente futbolístico, la primera parte fue considerablemente más positiva que la segunda, como habíamos dicho. Sin embargo, al dominio rojiblanco le faltó mayor capacidad para traducirse en peligro en los últimos metros. Los extremos habitualmente actuaban por dentro, tanto Manu como Cumic, aunque el serbio sí que acudía con mayor asiduidad a la cal, dando protagonismo a los laterales en amplitud. Esto, sumando opciones por dentro, hacía que los jugadores más adelantados de los locales recibieran siempre al pie. Saúl y Bogdan llegaban a buenas zonas para centrar, pero no tenían la oportunidad de desdoblarse para ganar línea de fondo. El Sporting mantenía arriba su bloque, replegando a un Cartagena que achicaba cualquier intento de los asturianos por llegar a su área, pero apenas había movimientos en profundidad, precisamente hacia el área del debutante Chichizola, que generase situaciones de ventaja hacia la meta rival. En el primer minuto sí hubo un desmarque del estilo, con Pedro atacando entre centrales para recibir un buen pase de Djuka, pero esto no se repitió en el compendio del partido.

Derrota en la parcela ancha

Dejando atrás la primera mitad, una de las claves del bajón en el rendimiento del Sporting en la segunda vino al perder la batalla en la medular. La gasolina parecía agotarse, Pedro no conseguía conectar con las líneas precedentes y los errores comenzaron a sucederse. La salida de balón no fue tan limpia, mientras que los apoyos ya no llegaban a tiempo por dentro, el Cartagena comenzó a ganar los duelos y los balones divididos en la parcela ancha con un Carrasquilla que aparecía por todos lados. Gallego quiso cambiar esto, primero centrando a Manu y luego refrescando la medular, pero la balanza ya estaba del todo desequilibrada. Los visitantes adelantaron su bloque, el Sporting fue incapaz de salir tanto en corto como en largo y cedió el dominio por completo del partido, antes incluso de la expulsión. No hubo opción a réplica por parte de los gijoneses para tomar de nuevo la batuta del encuentro.

Los cambios

Aitor por Pedro. Cambio de intenciones de Gallego, situando a Manu García por dentro ante la imposibilidad del equipo de adueñarse del balón en la segunda mitad. Pedro estaba desdibujado, y con el ovetense por dentro y Aitor pudiendo aportar esa profundidad necesaria en los primeros 45 minutos, la intención del técnico sportinguista era buena. Aun así, aunque Aitor intervino en alguna acción de ataque, la sustitución terminó por salir cara, con el onubense expulsado apenas 20 minutos después de ingresar al verde.

Gaspar por Cumic. No fue un mal partido del balcánico, aunque terminó yendo a corriente del resto del equipo, de más a menos. Apenas sumó intervenciones con balón, con el juego volcado al lado opuesto, pero sí que pudo encarar con peligro cuando recibía abierto a banda. Gallego trató de reactivar el costado con la entrada de Gaspar, jugando él y Aitor a banda cambiada, y el canterano tuvo alguna opción interesante de recibir en el pico del área, aunque no tuvo mayor incidencia en el juego.

Salvador por Javi Fuego. Cambio para refrescar un centro del campo que estaba perdiendo sus duelos. Con el equipo a remolque y condicionado poco después por la expulsión, apenas tuvo opción de aparecer más allá de algún duelo defensivo.

Nota a David Gallego y el cuerpo técnico

Suficiente. Un partido con dos caras, marcado por errores tanto individuales como colectivos que derivaron en un empate insuficiente. Aun así, hay 45 minutos positivos del equipo, y eso responde al buen hacer del grupo. Sin embargo, la imagen de la segunda mitad rebaja la calificación global del planteamiento. Los cambios tenían un sentido, y se dieron en momentos oportunos, aunque nunca puedes contar o prever una expulsión así. De nuevo, un partido de luces y sombras con sabor final amargo.

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