Análisis
18 ago 2021 . Actualizado a las 01:15 h.Oportunidad para ver a las caras nuevas. Ese es uno de los múltiples alicientes que ofrece el estreno en competición liguera. Sí, todos esperamos como agua en el desierto cualquier rumor respecto a las incorporaciones en verano, les ponemos más atención en los amistosos, ponemos nota a la renovada indumentaria rojiblanca.. pero en partido oficial todo toma otro cariz, otro aroma. El pasado domingo en El Molinón - Enrique Castro 'Quini' tuvimos de nuevo esa sensación de volver al colegio, de iniciar el curso escolar; una temporada más depositando nuestra ilusión con los pupilos de David Gallego, pudiendo mostrar además las mejores galas posibles para la ocasión con el retorno de una parte del público a las gradas. Aunque siempre queramos más.
El curso arrancaba así con una foto inicial que nos dejaba ver dos caras nuevas en el once: Vasyl Kravets en el lateral izquierdo y Fran Villalba en la mediapunta. Ambos, además, dejaron muy buenas sensaciones y fueron una de las sociedades que construyó el Real Sporting durante el partido en ese costado zurdo. Hasta 12 veces se encontraron ucraniano y valenciano en combinación, convirtiéndose el lateral en el socio perfecto del mediapunta. Esto se explica en buena parte por la tendencia habitual del '21' de caer a ese costado izquierdo, dando libertad a Gaspar para que se moviera entre líneas y ayudando a que Kravets se incorporara con el carril más liberado, algo que muestra su mapa de calor (zonas del campo que pisó con más frecuencia) expuesto debajo:
Centrándonos en Villalba, observamos que fue el jugador que más veces intervino del frente de ataque, realizando hasta 36 pases en el partido y con un elevado porcentaje de acierto en la entrega, superando el 80%, algo que es más meritorio teniendo en cuenta la zona de influencia del valenciano. A todo ello hay que sumar la velocidad a la que ejecutaba las acciones, dando habitualmente ritmo a la jugada una vez la pelota pasaba por su zona, contando con que perdió el balón en menos ocasiones que muchos de sus compañeros en el ataque, algo directamente derivado de la cuestión anterior de su efectividad en el pase. Sin embargo, esto también refleja algo que pudimos extraer del partido de Villalba: aún le falta algo más de atrevimiento en los momentos clave; trazar ese desmarque en el momento idóneo, buscar el camino difícil a través de un regate en lugar de la asociación.. cuestiones completamente lógicas, siendo su primer partido oficial (el segundo en total) en un vestuario nuevo para él. Faltó un entendimiento claro con sus compañeros en acciones que requieren de mayor atrevimiento y jerarquía. Esto solo lo da el tiempo. Este fue su mapa de pases:
En faceta defensiva, como ya se podía esperar, no es un jugador que esté llamado a destacar en dichas funciones, pero tampoco desentonó, trabajando en los aspectos que David Gallego pretendía especialmente en la presión, donde complicaron las cosas a un Burgos que no especuló demasiado con una posesión que apenas logró dominar. Solo en el tramo final se exigió algo más al equipo en disciplina defensiva, pero para entonces Villalba ya había sido sustituido tras dejar muy buenas impresiones tratándose de un debut y con una fatiga lógica a estas alturas de temporada. Él mismo se autoexigía más en zona mixta, y es que se ha visto en su primera actuación que hay margen para que el futbolista crezca de la mano del equipo si la temporada se desarrolla con normalidad.
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