La Lupa: Nacho como organizador del Sporting

Dani Souto

SPORTING 1905

Nacho Méndez
Nacho Méndez Real Sporting

Análisis de su rol en el doble pivote

24 ago 2021 . Actualizado a las 23:06 h.

Dentro de las novedades de la temporada, con todos los fichajes ya probados en partido oficial -algunos con más minutos que otros- hay algo que no venía siendo habitual pero que ya estaba entre las opciones de David Gallego la campaña pasada: Nacho Méndez en el doble pivote. Parece que independientemente del sistema que dibuje el míster, la zona medular va a estar compuesta por una pareja, ya sea en 1-4-4-2 o en 1-4-2-3-1 (al menos por el momento). El año pasado con Salvador y Javi Fuego en la plantilla, prácticamente entre Gragera y Pedro terminaba de acoplar sus piezas en ese eje, relegando a ocupar el resto de posiciones más adelantadas, bandas incluidas, con jugadores como Manu, Nacho o Gaspar.

Este arranque de campeonato, por diversos factores, ha traído que hayamos visto a Nacho ocupar uno de los huecos en ese doble pivote. Titular en ambos encuentros junto a Gragera, el luanquín se ha testado como primera opción en una posición y un rol algo alejados del vuelo que habitualmente acompaña a su repertorio. Lo cierto es que el Sporting ha podido notar sus particularidades en dicha posición, para bien y para mal. Por un lado, Nacho es un futbolista que tiende a incorporarse a posiciones de ataque en cuanto ve posibilidad, se lo pide su naturaleza. No es un centrocampista hecho para estar anclado y responder defensivamente desde el rigor táctico y/o posicional. Es por ello que a pesar de formar parte del doble pivote, su posición media durante el partido se ubica más arriba de lo que es habitual, aunque su rol sí contemple la posibilidad de descolgarse con un compañero más defensivo, la altura a la que incidió Nacho en Tenerife no es tan usual, prácticamente pisando la misma zona -e incluso más arriba- que Gaspar, extremo zurdo que habitúa a ir hacia dentro:

Posición media Sporting vs Tenerife
Posición media Sporting vs Tenerife Opta

Este rol más ofensivo se refleja también en los números: Nacho fue el segundo futbolista que más pases dio del equipo (y el tercero del partido), tan solo por detrás de Babin, sumando un alto porcentaje de éxito en la entrega (86%), más que cualquier otro jugador lejos más allá de la línea defensiva, lo cual demuestra que era más un conector que un organizador; no buscaba complicarse con envíos largos (tan solo se contabilizan dos, uno de ellos efectivo) o teniendo que arriesgar con balones filtrados más difíciles de hacer llegar a destino, para eso ya estaban Gragera o Villalba, a los que Nacho simplemente trataba de activar. Pero no solo se ve este papel adoptado por el luanquín en números ofensivos, también en los defensivos: es el futbolista que menos balones recuperó tras Aitor y Djurdjevic, algo extraño en un jugador que actúa como pivote. No solo eso, también fue el que menos disputas realizó (11 por las 27 de Gragera, por comparar roles) y de los que menos entradas sumó (4), cifras inferiores a las de otros compañeros como Aitor o Villalba, con un papel mucho más ofensivo.

Esto, dentro de las responsabilidades defensivas del pivote, influyó en algunos de los problemas que mostraron los de David Gallego para frenar los ataques verticales de su rival. El Tenerife encontró una posibilidad para avanzar en conducción por la zona de Nacho, especialmente en la segunda mitad, cuando el desgaste ya dificultaba el retorno defensivo del centrocampista. Esas incursiones del rival no debieron gustar a Gallego, siendo su primer ajuste en el partido; no sacó a Nacho del campo, pero sí lo cambió de ubicación y rol, optando por un Pedro de refresco que podría realizar la cobertura a Gragera con más asiduidad.

Mapa pases Nacho vs Tenerife
Mapa pases Nacho vs Tenerife Opta

Por todo ello, tanto para lo bueno que puede aportar ofensivamente a la hora de dar juego como por el déficit que puede suponer en defensa, la prueba de ubicar a Nacho en el pivote habrá servido a Gallego para que pueda poner sobre la balanza qué le compensa y qué no con el luanquín en ese rol. Alejarlo del área puede favorecer que el equipo gane recorrido y capacidad para llevar el balón a la zona de mediapuntas, pero el rigor defensivo que persigue Gallego puede verse mermado con su presencia. Una cuestión de equilibrio que el de Súria tendrá que ir ajustando durante la temporada.

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