Las 4 claves de la derrota del Sporting

Dani Souto

SPORTING 1905

Gallego
Gallego Real Sporting

Artículo de análisis

20 sep 2021 . Actualizado a las 14:36 h.

Llegó la primera derrota del Real Sporting de Gijón a la sexta jornada del campeonato. Una derrota acompañada por lo simbólico de perder la primera posición de la tabla. Los de David Gallego cayeron en Ipurúa plantando cara a uno de los rivales más fuertes por el ascenso. Un partido demasiado descontrolado para los intereses de los asturianos, en un día que el error estuvo muy presente y en el que se vio superado en algunas facetas del juego. Ahora bien, la imagen no es como para preocuparse; también hay cosas positivas que rescatar individual y colectivamente de esta derrota en Eibar, por lo que vamos a condensarlas en la medida de lo posible como siempre en 4 claves:

Defender un sistema diferente

Entraba dentro de las posibilidades, pero no por esperado iba a resultar más sencillo. Gaizka Garitano puso en liza un sistema con tres centrales, con toda la banda para sus carrileros y acumulando muchos jugadores por dentro con una especie de "cuadrado" por detrás de su punta, Fran Sol. Esta puesta en escena condicionó los movimientos y la colocación de un Sporting al que le costó tomar la medida de su rival tanto en ataque como en defensa. Sobre todo en esto último, los de David Gallego sufrieron para frenar el avance de los armeros tanto en salida de balón, donde tenían superioridad numérica, así como cuando los locales llegaban a campo contrario, especialmente cuando los de Garitano lograban atraer por dentro con balón a los asturianos y posteriormente abrían a las incorporaciones de los carrileros, sobre todo de un Toño muy activo por izquierda. La defensa en amplitud complicó mucho la vida al Sporting, con los extremos rojiblancos llegando tarde habitualmente a la cobertura y los mediapuntas del Eibar amenazando a la espalda de los laterales sportinguistas para impedirles saltar sobre poseedor sin pensárselo mucho antes.

Mejorando por momentos en la salida de balón

El sistema del Eibar que mencionamos antes también condicionó al Sporting con balón. Especialmente en la salida desde atrás en la primera media hora de encuentro. El Eibar iba con todo a la presión, dificultando las combinaciones de los de Gallego en esos primeros metros. Así se provocó la situación del primer gol y se permitió a los locales que se instalaran en la mitad de campo rival. No fue hasta que el físico comenzó a hacer mella que la cara del Sporting cambió considerablemente en este sentido. Los atacantes locales ya no tenían la frescura para llegar a tiempo, y los de Gallego, atrayendo desde la posesión muy cerca de su área, conseguían salir en combinaciones rápidas, a pocos toques (en ocasiones al primer toque) y avanzando en vertical, con la jugada de la ocasión de Pedro como gran ejemplo de una salida de balón perfecta. Esto hizo que el Eibar fuera poco a poco resguardándose y dando más facilidades a los asturianos, que fueron creciendo con el paso de los minutos construyendo sus ataques desde atrás.

Superados en el juego aéreo

Fue una constante a lo largo del partido, contando incluso con diferentes protagonistas. El Sporting sufrió en Ipurúa para defender las acciones por alto en la tarde de ayer. En términos porcentuales posiblemente el problema no sea tal, pues el Eibar buscó en muchas ocasiones el envío al área a través de centro lateral, repitiéndose mucho esa situación de centro de Toño y despeje de Babin. Sin embargo, los problemas en estos duelos fueron evidentes. Fran Sol puso en grandes dificultades a la zaga tanto dentro como fuera del área, pudiendo bajar balones importantes para el ataque armero y marcar las diferencias en la zona de dominio de Mariño. Suya fue la asistencia ganando por alto a Guille Rosas para el segundo gol local. La entrada de Blanco Leschuk, un perfil más destacado aún en esta faceta, no hizo más que sumar peligro en este sentido, firmando el gol definitivo de la victoria para los vascos en una jugada que no dejó de repetirse y que el Sporting no logró controlar en el grueso de los 90 minutos.

Erráticos pero competitivos

Tanto para bien como para mal, el error hizo ayer acto de presencia y marcó y condicionó lo que sería el desarrollo del partido y el resultado final. Muchas veces es el acierto el que desequilibra la balanza, pero en el fútbol profesional, más aún según elevas el nivel, es el error el que suele cambiarlo todo con más frecuencia. No es algo sobre lo que trabajar, sino de lo que aprender. El Sporting tuvo errores importantes concediendo goles o situaciones propicias para ello en diferentes momentos del partido, algunos de ellos a la vista de todos. Aun con ello, hay que quedarse con que el equipo fue igualmente competitivo y no le perdió la cara al encuentro. A su vez, también se aprovechó de uno para igualar la contienda provocando previamente un contexto para que se diera ese error. No fue el día más certero para ninguno de los dos, pero esta vez los de David Gallego fueron los más penalizados por ello.

Los cambios

Puma y Campuzano por Aitor y Gaspar. Cambio de sus hombres de banda por parte de Gallego, con el panameño dando más verticalidad y sensación de peligro, logrando generar situaciones de centro al área y saliendo en la foto del segundo gol llegando al remate. Menor aportación del catalán, más enfocado a jugar por dentro, filtrando eso sí un buen pase para la "no asistencia" de Rosas en ese segundo tanto.

Berrocal, Nacho y Bogdan por Kravets, Pedro y Rosas. Tres cambios con el tiempo cumplido que no tuvieron tiempo para aportar algo diferente.

Nota a David Gallego y el resto del cuerpo técnico:

Insuficiente. Hubo momentos para todo, más grises y más lúcidos, por lo que no es fácil hacer una foto que lo resuma fielmente. El Sporting compitió y dio la cara en un escenario de la máxima dificultad, y más allá de unos errores individuales sin mayor influencia del planteamiento, sí es cierto que los asturianos sufrieron en varios aspectos colectivos del juego sobre los que no hubo corrección por parte del cuerpo técnico. El equipo se vio superado por alto y en fases de presión y salida, y la falta de proactividad para cambiar dichas situaciones marca la nota a un partido competido y disputado pero alejado de la solidez que habitualmente busca transmitir el equipo.

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