Tema libre: Es solo fútbol

Simon Dahl

SPORTING 1905

Chigre ENEUFDS

07 oct 2021 . Actualizado a las 22:58 h.

Era yo muy pequeño, porque recuerdo que me tenía que ir a dormir antes de las diez de la noche. Qué pocas ganas tenía uno de irse a la cama; era mucho más divertido jugar, o leer tebeos, o ver la tele, o explorar territorios desconocidos en la cocina o en el jardín. El caso es que esa noche había una extraña agitación en la casa y salí disimuladamente del dormitorio para acercarme a la sala de estar, arriesgándome a la típica bronca (o algo peor) que solían conllevar semejantes aventuras.

El motivo de la excitación doméstica era un partido de fútbol en la televisión. No recuerdo quiénes jugaban, pero el ambiente que se respiraba era de una gran trascendencia. Emociones intensas. Afortunadamente esa noche se hizo una excepción y pude unirme a mis hermanos mayores y mirar a esa pantalla en blanco y negro, tratando de entender qué estaba pasando y por qué era tan importante. El comentario despectivo de mi madre, “sólo son once hombres corriendo en calzoncillos detrás de una pelota”, fue ignorado por el resto de los agitados espectadores, pero yo lo recuerdo muy bien.

Es sólo eso? Once tipos en gayumbos que tratan de atrapar una pelota con los pies e introducirla en una portería?

Años después, caminaba yo con un par de amigos por la Avenyn en Göteborg, después de ver un duelo local entre el IFK y el Örgryte, que terminó con la victoria de los primeros por 2:0. Dentro de un café nos encontramos con una pareja de amigos, ambos llorando a lágrima viva, ambos seguidores del Örgryte IS que, por si a alguien se le ha escapado el dato, es el equipo más antiguo de Suecia. “No lo entiendes”, me decía él entre sollozos, “es muy duro perder precisamente contra ellos, de esta manera”.

No lo entiendo? Quizás no. Pasaron más años y yo me encontraba en Hamburgo cuando llegó el Mundial de 2006 a Alemania. Estaba yo con un amigo, también sueco, y veíamos en la mesa de al lado a un aficionado inglés, con su camiseta blanca, totalmente destrozado, los ojos enrojecidos, el día siguiente a la eliminación de la selección inglesa de ese Mundial. Jonas y yo le mirábamos y nos fascinaba el dolor tan tremendo de ese ser humano, porque… once tipos habían perdido contra otros once, con otra camiseta y de otra nación-estado. Tanto el fútbol como las naciones-estado han sido inventados por otros. Puros convencionalismos.

Es incomprensible. Tanta pasión, tantas emociones… por esto?

Pero cómo recuerdo los pequeños triunfos de nuestro no tan pequeño equipo. Algo que hoy día suena tan irrelevante como la permanencia conseguida frente al Lleida, en El Molinón. Esa vez no pude estar en “la tribunona” y la vi desde el fondo norte. La inmensa alegría, la celebración en Begoña, los cánticos, los abrazos… realmente es incomprensible.

“El fútbol moderno es una mierda, todo lo decide el dinero, los equipos pequeños nunca van a ganar nada.” Es cierto, quién va a negar eso? Detesto profundamente que nuestra squadra del cuore esté en manos de los Fernández, desde hace décadas, y que no podamos hacer nada al respecto. Me desespera ver cómo los petrodólares manejan equipos, jugadores y aficiones como si fueran fichas en un tablero de ajedrez. Me frustra que cuando empieza la Liga, o la Premier, o la Serie A… ya sabemos qué equipos pueden ganar el campeonato y cuáles no pueden ni soñar con acercarse a la primera posición de la tabla. Y uno en la grada (con suerte) o frente a una pantalla, sin poder hacer nada.

Pero cada fin de semana, cuando juega el Sporting de Gijón, empieza a rodar la pelota y once tipos en gayumbos, vestidos con nuestros colores, la persiguen para tratar de meterla en la portería contraria… todos nos emocionamos un poquito, o mucho, sin saber por qué.