«Las 4 claves de la victoria del Sporting»

Dani Souto

SPORTING 1905

David Gallego
David Gallego real sporting

Texto de análisis

01 dic 2021 . Actualizado a las 20:08 h.

Una victoria es una victoria, al fin y al cabo. El último partido del Real Sporting, que lo midió en la primera ronda eliminatoria de Copa del Rey en el derbi local frente al Ceares, nos dejó un triunfo esperado por el sportinguismo aunque no sirva para lamer todas las heridas, tanto por juego como especialmente por la relevancia de la competición. Los de David Gallego cumplieron con su rol de favoritos ante un rival que milita dos categorías por debajo, un partido que si llega a salir mal hubiera hecho saltar todas las alarmas. Se salvó ese 'match ball' en el que se tenía más que perder que ganar. Un partido solvente en ciertos aspectos pero que debemos coger con pinzas. Analizamos las claves de la victoria condensadas en 4 aspectos:

Dominio de balón absoluto

No duró ni 5 minutos el tramo de tanteo. El Ceares llegó a El Molinón convencido de su plan, pensando más en resguardarse y defender ordenado y solidario cerca de su área que presionar alto y adelantar su bloque, aunque hubo momentos para todo, la tónica habitual fue la del repliegue. En este contexto, al Sporting no le costó hacerse con el control del esférico y trenzar largas combinaciones tratando de abrir la tupida defensa ciarista. No tuvo grandes apuros a la hora de salir jugando o establecerse en la mitad de campo rival, encontrando mayores escollos en la zona de finalización.

Margen de mejora en la toma de decisión final

Ante el planteamiento rival, el Sporting tuvo que recurrir en muchas ocasiones al juego por los costados para buscar el área a través de centros laterales. Sin embargo, una vez pisaba esa zona de tres cuartos, a los de Gallego les faltó un punto de acierto en ese último - penúltimo pase. No fue tanto error en la ejecución final, que no tuvo más que en cualquier otro partido en promedio, sino a la hora de generar esas situaciones de remate. Se llegaba a línea de fondo y nadie remataba el pase atrás, el centro se quedaba corto o se pasaba.. es algo en lo que el Sporting lleva un tiempo mostrando flaquezas, pero la peculiaridad de haber jugado sin una referencia en ataque hizo que la ocupación del área estuviese aún más lejos de ser óptima, sin alguien que fijara dentro de la zona de castigo y con contadas incorporaciones desde segunda línea. Todo se juntó evitando que los rojiblancos -ayer de negro- consiguieran tener más y mejores ocasiones de gol.

Intensos en la presión

Al igual que sucediera durante un tramo del último partido en casa frente al Fuenlabrada, el Sporting estuvo activo e intenso una vez perdía el balón para apretar al poseedor del esférico e inducirle al error o al envío en largo. Si bien el Ceares, salvo cuando sacaba de puerta e intentaba iniciar en corto, no mostraba alta pretensión de jugar asociativamente, los de Gallego tampoco cedieron para que se diera esa situación prácticamente en el conjunto de los 90 minutos. La buena colocación defensiva de los que ayer actuaban como visitantes en su feudo impidió que el Ceares encontrase alguna opción de salir rápido a la contra o que cazara algún balón peligroso al espacio con su jugador más descolgado. Ahí el papel de los centrales más el pivote defensivo fue relevante para no dar la más mínima chance a los de Busto.

Faltos de ritmo en ataque

Si bien el Sporting logró dominar y hacer las cosas bien hasta ese último punto en la zona de tres cuartos en adelante, lo cierto es que a los de Gallego les faltó amenaza. Es algo más relacionado con la sensación que transmitió el equipo que no algo puramente futbolístico o táctico, pero al Ceares no se le vio incómodo defendiendo en bloque bajo. El Sporting dominó, sí, pero no arrolló. No tradujo ese dominio en un asedio, algo que podía haberse dado perfectamente en dicha situación, con tanto control de balón y del contexto de partido. Una falta de colmillo, de agresividad, que en ese escenario no habla bien de la capacidad ofensiva de los rojiblancos actualmente, pues viene siendo una tónica por desgracia habitual.

Los cambios:

Aitor por Puma y Berto por César. Ambos, aunque especialmente el andaluz, permitieron reactivar en cierta manera el ataque sportinguista, aportando mayor dinamismo y frescura en las combinaciones de ataque a la hora de encarar el área. Ambos dispusieron de ocasiones, pero marraron en la definición. 

Nota a David Gallego y el cuerpo técnico:

Suficiente. El Sporting cumplió con lo que se le demandaba sin llegar a sufrir. Controló el balón y mantuvo alejado al rival de los dominios de Mariño, aunque la falta de mecanismos en ataque y la necesidad de mayor coordinación a la hora de afrontar la entrada al área adversaria arrojaron la sensación de ver un Sporting tibio, sin grandes alardes aunque tampoco lo pasara mal. Suficiente pero sin grandes motivos de alegría más allá del pase de ronda y de poder ver a jugadores menos habituales que entraron en la rotación. Partido de mínimos necesarios.

*Recuerda comentar la noticia en el foro que se encuentra debajo de esta publicidad.