Un sportinguista se convertirá en directivo del Sporting

A.V.M.

SPORTING 1905

Afición Sporting
Afición Sporting LaLiga

El Gobierno lo forzará en su nueva Ley del Deporte

20 dic 2021 . Actualizado a las 23:49 h.

La nueva Ley del Deporte obligará al Real Sporting de Gijón a colocar en su Consejo de Administración a un aficionado independiente a la propiedad, en este caso a la familia Fernández y su paquete accionarial, que da asientos a Ramón de Santiago, Javier Martínez y Fernando Losada.

El Anteproyecto del CSD no aclara cómo debe ser elegido, pero el texto sí insiste en que debe velar por los intereses de abonados y accionistas, sin riesgo de tener cualquier tipo de vinculación con los accionistas de tamaño medio y grande, de modo que todo apunta a una votación democrática, ya sea entre abonados o accionistas, en el que cada persona tenga un solo voto más allá de los títulos o carnets que controle.

Años atrás, en los momentos de mayor debilidad de la familia Fernández durante la crisis previa al ascenso de los guajes del Pitu Abelardo, desde TFND también se había sugerido la creación de dicha figura en la directiva del Sporting, con un aficionado que pudiese tener acceso al control semanal de las cuentas y las decisiones relevantes. Finalmente, tanto esa idea como la de una ampliación de capital quedaron en dique seco cuando llegó el dinero de la televisión en Primera división.

El movimiento viene marcado por una indicación de la Unión Europea que solicitaba involucrar a los aficionados en la toma de decisiones de los clubs deportivos. Precisamente a mediados de diciembre se aprobó en Alemania una nueva normativa al respecto en la Bundesliga, donde cabe recordar que por ley -salvo excepciones- el 51% de los equipos debe estar controlado por sus aficionados.

Otro dato relevante es que se eliminará la obligación de conversión en SAD para participar en Primera y Segunda división, algo de lo que se beneficiará el Amorebieta, que ya ha frenado en seco su proceso para seguir siendo propiedad de sus socios.

En Inglaterra van más allá

Los políticos ingleses preparan una ley más agresiva, obligando a que los aficionados voten decisiones relevantes como unirse a una eventual Superliga, así como se regulará la entrada de nuevos inversores a los clubes, entre otras cosas.

En ese sentido, Liverpool y Manchester United se quieren adelantar a los hechos sin verse forzados por ley. Los primeros ya están estableciendo procesos de participación más generosos para sus aficionados, mientras los segundos estudian crear una venta de acciones donde los fans puedan tener un poder de voto influyente pese a no tener la mayoría accionarial, equiparando fuerzas de ese modo. En paralelo, el Chelsea aprobó meses atrás que varios aficionados -elegidos por votación- puedan estar presentes en sus reuniones de la directiva, aunque en su caso sin derecho a voto.