El futbolista será presentado esta noche
02 ago 2022 . Actualizado a las 15:51 h.Después de tres cartas de despedida difíciles de escribir por lo que significaba su mensaje, Jony vuelve a estampar su firma en El Molinón - Enrique Castro ‘Quini’ por cuarta etapa diferente -y el plan pasa porque haya una quinta en el verano del 2023-
Nadie le supera en número de épocas vividas con la camiseta del Real Sporting de Gijón. Con una menos aparecen Prida, Picú, Dindurra, Monchu y Landeira. A pesar de haber sido uno de los principales protagonistas del último ascenso y permanencia rojiblanca en Primera División, el de Cangas del Narcea salió de tierras asturianas y regresa a casa, siendo renunciando a dinero y oportunidades deportivas que no encajan con lo que le pide su corazón, para cumplir las promesas comprometidas sin contrato alguno entre medias con una afición con la que todavía se siente en deuda.
Hace 8 meses Jony aterrizaba en Gijón por tercera vez en su carrera representando la última cuerda a la que el Sporting de David Gallego se aferraba para intentar mantenerse firme en el ascenso de la cota del play-off. Tanto en el plano individual como en el colectivo se soñaba con repetir la gran remontada inconclusa de la temporada 2017-2018, pero la tempestad de la Liga Smartbank, no sólo dejó a los rojiblancos sin confianza en sí mismos, sino que por apenas una pequeña racha de viento más el club no se fue por primera vez en toda su historia hacia el fútbol no profesional. Hoy, con la lección aprendida, el ‘perdigón’, junto a viejos y bastantes nuevos compañeros de ruta, se está preparando a conciencia para subir con determinación el Everest de la categoría de plata.
Salvada la dura papeleta, la misma pasó de ser muy compleja a ser bastante enriquecedora y aleccionadora para Jony y el vestuario rojiblanco. El de Cangas de Narcea es consciente de la importancia de no dormirse en una competición que te llames como te llames no te permite ni la más mínima relajación, y sobre todo de que cada uno de los integrantes de la causa deben asumir responsabilidades tanto en los buenos como primordialmente en los malos momentos. Todo ello en su justa y necesaria medida, algo que en la última temporada el extremo zurdo, fruto de la ansiedad por demostrar su valía y del estrés competitivo de intentar ayudar al equipo a salir del pozo, no pudo cumplir con precisión y le jugó alguna mala pasada en el aspecto físico.
Siendo cierto que llegó sin ritmo competitivo alguno de la Lazio y que necesitaba de un tiempo de adaptación para poder disponer de un óptimo estado de forma, la falta de confianza derivada de los continuos malos resultados cosechados por el equipo despejaba cualquier posibilidad de disfrutar de una buena versión de Jony. Para él, la cabeza es un 80% del futbolista. David Gallego lo puso de titular desde el primer día, estando muy lejos del extremo atrevido y encarador que brillantemente acostumbraba a ser, pero una pronta lesión muscular en el gemelo izquierdo, cuyas descomposiciones prácticamente surgieron un mes antes en Miranda de Ebro con una dura entrada del central Jorge Sáenz, solo le permitió disputar 21 minutos en los últimos 13 partidos del curso.
Con la mochila cargada de piedras en forma de más de 200 días sin disfrutar de continuidad competitiva y unos inmensos dolores en uno de los dedos del pie izquierdo al haber sufrido una fisura, en esa autoexigencia de devolverle a la afición todo el cariño recibido, Jony preponderó el corazón ante la cabeza y conjuntamente tomó incorrectas decisiones a la hora de buscar adelantar plazos. A tenor de varias imágenes del final de campaña, el proceso de recuperación no transcurría por el mejor de los caminos posibles. En todo ello también influyó la ansiedad del cangues por ver la negativa trayectoria del equipo y el no poderles ser útil desde el campo.
Sin antes probar el sabor más amargo del fútbol ya que previo a firmar por el Osasuna en 2019 no había sufrido ninguna lesión de cierta gravedad, Jony realizó el mismo proceso llevado a cabo en Pamplona y Roma de apoyarse en la familia para poder superar un momento muy frustrante para él. Su entorno, aún si cabe más cercano al estar compitiendo en su tierra natal, jugó un papel fundamental para que dentro de lo que cabía el futbolista asturiano no le diera muchas vueltas a lo que podía haber sido su tercer paso por Gijón y se centrase totalmente en la fase de recuperación y en alentar a sus compañeros por fuera de la línea de cal.
Ya superado el duro golpe, del cual ha aprendido mucho, Jony sacrificó gran parte de sus vacaciones, como hiciese cuando era un joven que en el futuro soñaba ser como Ronaldo Nazario, para trabajar desde antes de iniciar la pretemporada colectiva con el preparador físico personal Pep Roig. El profesional balear suele ejercitar de manera individual a futbolistas de la Selección Española y de las primeras tres categorías del fútbol nacional, a ciclistas de élite y a pilotos de Fórmula 1.
La especificación ha sido un denominador común en la pretemporada individual de Jony, desde la ingesta nutricional más adecuada cuantitativa y cualitativamente en relación al tipo de lesión y el grado y tiempo de inmovilización, logrando un cuerpo más fino y habituando el metabolismo, hasta unos ejercicios de fuerza y resistencia que conjugan con las demandas tácticas de los extremos en los planes de juego de Abelardo. En ese sentido, por ejemplo, se midieron los tiempos de las series explosivas para controlar las cargas tras una importante inactividad sobre el césped, pero siempre buscando ese punto en el que el cangues pueda recorrer más distancias a alta intensidad sin caer en la fatiga y aumentar su nivel de capacidad anaeróbica para realizar continuos cambios de dirección.
“Pido perdón por no daros nada en estos 6 meses, cuando vosotros me habéis dado todo. El sentimiento de culpabilidad y fracaso que tengo y siento es enorme, pero si de algo estoy seguro es que os lo voy a devolver”. Así se despidió y así Jony comenzó a hacer realidad una promesa que va adquiriendo buenos tintes de llegar a buen puerto. Para ello será vital mantener la relación de confianza con Abelardo, disponer de una larga continuidad de entrenamientos para tener buenas sensaciones y sentirse arropado por la afición para tomar en el campo las decisiones que le encaminen a volver a ser el mejor Jony.
Sintiéndose hecho para estar y triunfar en el Sporting, el ‘Perdigón’ quiere que a la tercera vaya la vencida y pueda contribuir a devolver al club rojiblanco a su sitio natural. Esta noche estará en su presentación otra leyenda de la banda rojiblanca como Enzo Ferrero, en un evento abierto a todos los sportinguistas en El Molinón - Enrique Castro 'Quini' desde las 20:00.