«Los puntos fuertes y débiles para que el Sporting gane al Málaga de Villalba»

Francisco Rodríguez

SPORTING 1905

Villalba
Villalba Malaga CF

Análisis

05 nov 2022 . Actualizado a las 20:12 h.

Con la plantilla que estaban conformando cuando aún manteníamos calientes los pies en la arena, nadie se atrevía a asegurar que el Málaga no iba a estar en la pomada por el play-off de ascenso con refuerzos como el de Fran Villalba, baja por contrato ante el Sporting. Hoy, con los pies bien resguardados, miramos atónitos como el conjunto andaluz es el colista de la Liga Smartbank.

Así es una categoría de plata que no entiende de nombres, sino de equipos competitivos. Con Pepe Mel en el banquillo desde la jornada 7, los blanquiazules apenas han cosechado 1 victoria, 3 empates y 4 derrotas. Nadie duda de los instrumentos, pero sí de una orquesta que no termina de empezar a sonar como los ángeles.

Equipo ancho que prioriza a sus extremos

Buscando el zapato idóneo para una plantilla que cuenta con más talento de lo que actualmente dicta la clasificación, Pepe Mel le ha dado una vuelta de tuerca al modelo de juego que había implementado y asentado en Las Palmas. Sin renunciar al ataque que potencie las capacidades entre líneas de futbolistas como Fran Villalba, Aleix Febas, Luis Muñoz o Jozabed, este nuevo Málaga que no termina de arrancar se está caracterizando por ser un conjunto que trata de hacer muy ancho el campo y sacar rédito del amplio repertorio de extremos habilidosos en el 1vs1 a pierna natural del que disponen. Por banda izquierda destacamos al canterano Cristian Rodríguez, además del ausente de última hora Álex Gallar, y por el otro costado a Pablo Hervías y Chavarría.

Desde un 1-2-3-2-3 o un 1-2-3-1-1-3 en salida de balón, el Málaga recorre con mucha asiduidad la ruta exterior. El portero, los centrales y el pivote tienen la misión inicial de encontrar el primer pase en amplitud con los laterales, o en su defecto con uno de los volantes que desciende metros en el campo y lateraliza. A partir de asentarse por fuera, recargan esa determinada zona hasta el punto de que los tres mediocentros se acercan al balón y crean una superioridad. Estos tres mediocentros actúan como puntos de apoyo para el compañero poseedor que avanza por fuera y se encuentra con algún obstáculo. Si dicha coyuntura se lleva a cabo por la banda izquierda, Rubén Castro suele caer y dejar sin referencia a los centrales.

Salvo que se hayan producido varios giros del juego que al lateral o extremo le generasen tiempo y espacio para progresar y plantarse por sí solo en el último tercio de campo rival, la intención del Málaga es cargar por una banda para engañar al adversario y descargar por el lado contrario. A excepción de N’Diaye, los medios que se juntan tienen la habilidad para recibir en espacios reducidos, girarse y realizar el cambio de orientación. Un proceso que busca liberar y dejar en ventaja al extremo para que ya encare de forma directa, de ahí que casi siempre Pepe Mel parta de inicio con extremos a pierna natural. También cabe destacar que los laterales Juanfran y Jiménez son muy profundos por carriles exteriores e intermedios, propiciando de esa manera que los extremos se centren en su 1vs1 y no se encuentren en inferioridad en el duelo.

Cargar el área rival con, como mínimo, 4 jugadores

Rubén Castro es uno de los futbolistas de la categoría que más remata, pero la incomprensible realidad es que a estas alturas de campeonato un incontestable goleador como lo es el canario apenas lleva 3 goles anotados. Extrapolando a sus compañeros más ofensivos, en el Málaga la cantidad de remates supera a la calidad de los mismos. Y para nada es un problema de no contar con buenos rematadores o centradores, sino que más bien la distribución espacial en el área rival, quizá fruto de la ansiedad por marcar y lograr la victoria, no es la más correcta posible. Llegan al remate, pero no en las mejores condiciones. Pocos jugadores arriban desde segunda línea o deciden quedarse en la frontal, y la mayoría atacan la portería. Además, los centradores son previsibles al no jugar con la memoria y no utilizar la alternativa del pase atrás tras una secuencia de centros directos.

Eso sí, la base para ser dañinos en cuanto a número de integrantes en las constantes llegadas por fuera y centros que hicimos referencia en el anterior punto está presente con asiduidad. Como mínimo, el Málaga consigue cargar el área con cuatro jugadores. Dichos miembros habitúan a ser Rubén Castro, los dos interiores y el extremo del lado contrario a donde se produce el centro. Al respecto, varios detalles a acotar. Si el centro se produce por banda izquierda, Rubén Castro, intuitivo para anticiparse y ganarle la posición al central, suele atacar el palo corto. N’Diaye dispone de un poderío físico y aéreo importante incursionándose por la zona interior del área. Mientras que por el costado derecho Pablo Hervías, e incluso el propio lateral Juanfran, posee la capacidad de recortar y realizar envíos rápidos con su pierna menos hábil.

Concentración de ‘mediapuntas’

Álex Gallar parte desde banda izquierda a pierna natural, pero en muchos momentos de los partidos se mueve por dentro ejerciendo el rol de interior derecho. El extremo catalán, que a última hora se ha caído de la convocatoria, es importante para acelerar el juego en zona de finalización y también para ofrecer la variante de estar de cara a portería rival. Pepe Mel da cierta libertad para que instalados en campo rival sus mejores dribladores en situaciones de 1vs1 en espacios reducidos puedan recibir en carriles intermedios, regatear a su adversario y rápidamente armar el disparo. También, ya que forman una especie de triángulo con Castro, pueden decidirse por la compleja opción de seguir avanzando por dentro con una pared o un pase entre líneas. Aunque desde una humilde opinión personal debo resaltar que este Málaga no es el equipo ‘liquido’ que puede llegar a ser con los recursos que dispone en plantilla. Es decir, posee pocas rutas alternativas. Por ejemplo, el camino de progresar por dentro y ya en campo rival redireccionar hacia afuera para finalizar no es tan utilizado como se espera al visualizar tanto jugador talentoso con el esférico en los pies.

Fragilidad emocional

Bien sabe el Sporting lo que significa estar inmerso en una dinámica negativa de resultados y pagar muy caro el más mínimo error. Así está el Málaga, hecho un flan en el aspecto emocional. Muchos jugadores, sobre todo los de mayor desequilibrio en los últimos metros, acaban perdiendo la paciencia y no ayudan al equipo al ir en demasiadas ocasiones a recoger el balón cerca de sus centrales. Por su parte, los defensas caen en una continua precipitación de decisiones tomadas al cometer faltas en campo propio muy evitables y no estar lo suficientemente concentrados en el juego para anticiparse y no llegar tan tarde a los duelos. De hecho, los de Pepe Mel tienen una peligrosa media de 14 faltas cometidas por partido en campo propio.

Las debilidades deportivas de los andaluces emanan principalmente de una ausencia de equilibrio emocional. Se antoja importante para los intereses de los de Abelardo que arranquen el encuentro generando un susto que haga que los blanquiazules pierdan esa necesaria frialdad. Jugar con su ansiedad.