Análisis: La transformación de Cristo en el Sporting de Ramírez

Dani Souto

SPORTING 1905

Celebración gol Cristo
Celebración gol Cristo La Liga

Texto de análisis

28 feb 2023 . Actualizado a las 23:06 h.

Laterales, carrileros, defensa con tres centrales o con dos, un pivote posicional, doble pivote.. Estos y más han sido los roles que se han visto desarrollados en los partidos recientes del Real Sporting de Gijón. La llegada de Miguel Ángel Ramírez ha agitado el árbol en busca de un sistema y un encaje de las piezas disponibles que le acerquen a la mejora competitiva de un equipo hundido en la clasificación. Más allá de las diferentes pruebas realizadas hasta el momento, el caso más llamativo es el de Cristo González.

El delantero canario llegaba al Sporting este pasado verano -en calidad de cedido- con la intención de desempeñar un rol de segundo punta, por detrás de una referencia teórica que representaba un Uros Djurdjevic recién renovado. Por sus características, Cristo encajaba como un guante en un 1-4-4-2 y añadía un perfil más asociativo a una delantera que terminaría completándose con la incorporación de Uros Milovanovic. Sin embargo, el avance de la temporada dejó marcada la punta de lanza rojiblanca por su escasez productiva de cara a gol, siendo Cristo precisamente el máximo artillero hasta el día de hoy contabilizando 6 dianas entre liga y Copa.

Con Ramírez, sin embargo, apenas se le ha visto en ese rol de segundo punta. Cristo ha jugado tanto como de "falso extremo", es decir, algo más escorado que el delantero centro y con posibilidad de caer a banda aunque parta desde el centro, como de interior más adelantado en un centro del campo conformado por tres hombres. Solo durante unos minutos, mientras el Sporting jugó con un 1-4-4-2 en la segunda parte frente al Andorra, Cristo volvió a un rol más familiar para él.

De hecho, Ramírez reconocía en una rueda de prensa reciente que el rendimiento de Cristo "como extremo podría ser muy bueno", añadiendo además que cuenta con "4 delanteros", dejando entrever que el tinerfeño no forma parte de su nómina -a priori- de puntas. Y lo cierto es que de los 5 futbolistas que tiene la plantilla del Sporting para ese rol es el que más puede encajar en otras posiciones sobre el campo debido a sus características. El propio Cristo reconocía la semana pasada en una entrevista a Cope Canarias que la apuesta de Ramírez le está viniendo bien a su juego: "El míster me está dando mucha confianza, me está ayudando a sacar mi mejor versión y a ver las zonas en el campo donde puedo hacer mejor al equipo. Estoy muy a gusto y aprendo cada día".

Lo cierto es que sí, Cristo está teniendo que reinventarse, al menos en su ubicación sobre el campo. Su progresión en este sentido es evidente, siendo su primera titularidad con Ramírez frente al Leganés y actuando como interior, en aquel partido le costó mucho entrar en juego, firmando números muy por debajo de su media de la temporada incluso en cuanto a intervenciones. Por ejemplo, tan solo realizó 10 pases y 35 intervenciones de las que solo ejecutó con eficacia 13 de ellas (tratándose de un interior, un escasísimo 37% de acierto). Sin embargo, tres semanas después, ante el Tenerife y en el mismo rol -aunque diferente sistema-, Cristo arrojó números muy diferentes y se mostró mucho más suelto a la hora de interpretar las zonas en las que poder entrar en juego. Desde aquel día en Butarque, 4 de 4 titularidades.

Mapa de calor de Cristo vs Leganés
Mapa de calor de Cristo vs Leganés Sofascore

Mapa de calor de Cristo vs Tenerife
Mapa de calor de Cristo vs Tenerife Sofascore

En 64 minutos de juego, apenas 6 más que el día de Butarque, Cristo intervino en 54 acciones del partido, elevando su porcentaje de acierto hasta el 70% e intentó 34 pases de los que completó 27, su cifra más alta de toda la temporada. Esa libertad de la que gozó ante el conjunto canario el pasado sábado en El Molinón se dejó notar. Cristo se enfocó en aparecer por diferentes zonas del perfil zurdo del ataque del Sporting -como se aprecia en su mapa de calor-, buscando los espacios entre líneas y dejando que tanto Christian Rivera, en muchas ocasiones entre centrales, y Pedro, ubicado entre el pivote y el canario, se encargaran de organizar el juego en sus primeros metros para que la influencia de Cristo se diera más arriba sobre el terreno de juego. Por el momento, su mejor versión con Ramírez llegó en este último partido, marcando una clara línea ascendente en su progresión e interpretación de un rol nuevo para él, pero que por encaje actual en la plantilla apunta a ser el más reproducido en próximos compromisos.