Ex Sporting: Moi Gómez y Rubén García se juegan la Copa del Rey

A.V.M.

SPORTING 1905

Moi Gómez
Moi Gómez Real Sporting

La final tendrá lugar esta noche

06 may 2023 . Actualizado a las 20:03 h.

Al aficionado cada vez le sorprende menos ver proyectos como los del Osasuna y el Athletic pisando cotas tan altas de la Copa del Rey. Entre ambos finalista y semifinalista se juntan 3 ex jugadores del Real Sporting de Gijón, club que les sirvió como punto de inflexión y de trampolín. Tanto Moi Gómez y Rubén García por el lado rojillo, como Mikel Vesga por el bando bilbaíno, reconocen la importancia de sus breves etapas en Gijón.

El primero en aterrizar fue Moi Gómez. También el único en propiedad, firmando por 4 temporadas desde la campaña 2016-2017, el alicantino se sumaba para aportar esa desequilibrante capacidad entre líneas ausente en la plantilla tras la marcha de Halilovic. A pesar de estar envuelto en un juego eminentemente directo, muy pronto se ganó la confianza de un Abelardo que cada vez que le entregaba la llave de la titularidad. De hecho, entre los cuatro técnicos que tuvo, fue el que más apostó de inicio por él. Aunque también es preciso señalar que el técnico de Pumarín sustituyó al actual jugador del Osasuna en el 66% de los encuentros disputados bajo sus órdenes. Un indicativo del margen de crecimiento del futbolista.

Para la mayoría de los integrantes de aquel vestuario, Moi era uno de los futbolistas con mayor capacidad de interpretar el juego. Aportaba cosas diferentes y necesarias en la exigencia de la Liga de las estrellas, pero sobre todo hacía mejores a sus compañeros. Aun así, por diversas circunstancias, no terminó de encandilar a un relevante porcentaje de la afición. Después de media temporada en Segunda División, sin llegar a adaptarse a un inferior ritmo del pase, se fue cedido al Huesca. En El Alcoraz volvió a coincidir con Rubi y juntos lograron el ascenso. Su evolución fue notable y cuando finalmente regresó a Mareo, el Villarreal decidió abonar 1,3 millones por su traspaso. De Gijón se marchó con la lección aprendida, para ganar libertad, primero debe ser responsable en todas las fases del juego, y de ahí que su sorprendente adaptación al estilo característico de los de Arrasate haya sido más rápido y efectivo de lo esperado.

A mitad de una temporada complicada, la 2016-2017, que concluiría con el descenso, se incorporó al Sporting un Mikel Vesga que pocos meses antes había debutado en El Molinón como futbolista del Athletic. Cedido por la entidad vasca, el mediocentro rápidamente se adaptó a los planes de Rubi y desde un primer momento ofreció un rendimiento inmediato. Únicamente ausente en un par de jornadas de toda la segunda vuelta por lesión y sanción, el vitoriano disputó 17 partidos, 16 de ellos como titular, con la elástica rojiblanca. Con él sobre el terreno de juego durante todo el tiempo reglamentario de los choques, el cuadro asturiano cosechó 4 victorias, 6 empates y 5 derrotas. A nivel individual, Vesga salió muy satisfecho de Mareo, ya que esa corta experiencia le sirvió para impulsar su carrera y ganar confianza en sí mismo.

Gijón y el Sporting también han quedado en la retina de Rubén García. Instalado en un momento de dudas y de irregularidad en la competición debido a unos prolongados dolores en la cadera, el de Játiva llegó a Mareo en forma de cesión procedente del Levante, de donde le costó mucho salir. Curiosamente, en el templo gijonés firmaría la que hasta ahora es su mejor campaña a nivel estadístico. Disputando 43 partidos de 46 posibles, el valenciano sumó 8 goles y 9 asistencias que ayudaron a que los rojiblancos alcanzasen los puestos de play-off de ascenso.

Más allá de los sobresalientes datos, Rubén encontró en Gijón una madurez, tanto dentro como fuera del campo, que no terminaba de poder localizar en Orriols. Sobre el césped se liberó de una carga, la de querer demostrar muchas cosas de manera revolucionada y centrándose únicamente en ser el autor del gol y de la asistencia, que en el Levante le impedía disfrutar de los partidos. En el Sporting, sobre todo bajo la batuta de Rubén Baraja, aprendió a interpretar mejor el juego sin balón y a ser más útil para el equipo. Incluso a construir complicidades efectivas como la mantenida por la banda izquierda con Jony, con el que llegó a entablar un lenguaje futbolístico particular. De El Molinón también emergió un mejor profesional. A partir de su etapa en tierras asturianas, donde terminó por conocer a su cuerpo y desde ahí no caer en más lesiones repetitivas, el valenciano supo cómo manejar adecuadamente los tiempos de recuperación, además de perfeccionar su rendimiento al iniciar el hábito de visualizar todos sus partidos para detectar en qué aspectos podría evolucionar.

Curiosamente, esa irrupción gijonesa le generó un nuevo mercado a Rubén, que en verano pudo aspirar a un protagonismo mayor del ofrecido por Baraja, ya que era un cambio habitual en las segundas partes. A su vez, Miguel Torrecilla apostó fuerte por la llegada en propiedad de Robin Lod. Moi Gómez y Rubén García aspiran esta noche a ganar la Copa del Rey ante el Real Madrid desde las 22:00 tras eliminar al Athletic de Vesga.