El centrocampista es del agrado del entrenador rojiblanco
26 may 2023 . Actualizado a las 23:05 h.Más de medio año después de sufrir una grave lesión en Tenerife, Nacho Méndez trabaja para recuperar la normalidad con el objetivo de llegar como uno más a la pretemporada que dará comienzo a principios de julio y Miguel Ángel Ramírez le estará esperando con los brazos abiertos. Así hablaba el técnico rojiblanco sobre sus primeros entrenamientos juntos:
«Eso es como la bicicleta, cuando sabes montar, no se te olvida nunca. A Nacho no se le ha olvidado jugar a fútbol y juega muy bien. Hemos tenido la posibilidad de tenerle algunos días con nosotros y te demuestra el fútbol que lleva dentro, más allá de que los ritmos ahora no los tenga por motivos obvios»
«Espero que con entrenamientos con el grupo gane ese ritmo. Nacho te demuestra en cada acción el entendimiento que tiene del juego, las ejecuciones tan buenas que tiene, su posicionamiento, es decir, te da señales. Le vi muchas veces en vídeo, pero no es lo mismo cuando le tienes cerca, cuando le escuchas, cuando lo ves responder a ciertos estímulos del juego. Nacho tiene un potencial tremendo»
En ese sentido, el propio Nacho Méndez reconocía días atrás su buena sintonía con el canario durante esta nueva etapa rojiblanca: «No me voy a esconder, es un tipo de juego y un fútbol que me gusta y con el que me siento cómodo».
El centrocampista también hizo autocrítica: «Es cierto que unas veces ha sido por mi culpa y otras por falta de confianza de fuera, pero no he tenido continuidad. Como tampoco creo que haya tenido probablemente la madurez necesaria en otros momentos. Soy muy autocrítico y sé que en muchos momentos no he estado al nivel que debo estar. Este ha sido un proceso de muchísimo trabajo que me ha ayudado a madurar un poquito más y a conocerme más a mí mismo, lo cual creo que me ayudará de cara al futuro».
La reaparición sobre el verde vendrá acompañaba de un físico diferente, ya que desde antes de su lesión había empezado a trabajar con un nuevo nutricionista para cambiar su complexión, si bien es cierto que al lesionarse en su primera titularidad de la campaña, apenas fue visible el cambio para la afición:
«Mi cambio físico ya viene de antes de mi lesión. A partir de mi renovación estuve 3 meses entrenando al margen del grupo, me metí mucho en el gimnasio y gané bastante masa muscular en el tren superior. Gané un par de kilos en eso, mi cuerpo ayudó a eso. No me terminé de sentir a gusto del todo con ese cambio. Cambié de nutricionista y creo que me está ayudando. He adelgazado ese par de kilos, he afinado y he vuelto al peso de los primeros años en el primer equipo, sintiéndome más cómodo así. Tengo todos los profesionales alrededor que necesito para que mi rendimiento pueda ser el mejor posible», aseguró el canterano.
La semana que viene está prevista una reunión del club con el jugador en la que se espera confirmar este buen entendimiento entre las partes, mientras empieza a dejar en el olvido su rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda, con la esperanza de que los esfuerzos junto a Lorenzo Del Pozo en distintos escenarios como el arenal de la playa de San Lorenzo o en la nieve en lo alto de Pajares hayan servido para recuperar su mejor versión.