La Marruca, una finca de 2,3 millones «inservible» para el Sporting

Alejandro Vigil Morán

SPORTING 1905

El empresario mexicano Alejandro Irarragorri, durante la presentación de la nueva junta directiva del Sporting de Gijón
El empresario mexicano Alejandro Irarragorri, durante la presentación de la nueva junta directiva del Sporting de Gijón Eloy Alonso | EFE

Orlegi sigue analizando qué hacer con los 157.540 metros cuadrados comprados por Javier Fernández

01 oct 2023 . Actualizado a las 22:42 h.

Unos pocos meses antes de vender el Real Sporting de Gijón, Javier Fernández hizo oficial la compra de los terrenos colindantes a la Escuela de Fútbol de Mareo (mide 112.000 metros cuadrados), un total de 147.540 nuevos metros cuadrados procedentes de la finca conocida como La Marruca y otros 10.000 extra de la aledaña.

Entre las muchas cosas que sorprendieron a Orlegi en su aterrizaje a tierras asturianas fue esta operación, «compramos una SAD que venía con una finca incluida», se comentó en Mareo. A efectos legales, esa zona apenas dispone de usos relacionados con la actividad de una escuadra deportiva profesional y a día de hoy se sigue sin encontrar una salida para una propiedad contabilizada en 2,3 millones de euros.

Con esa compra, Javier Fernández aspiraba a realizar una reordenación y ampliación Mareo que incluía nuevos campos de fútbol, una residencia, un pabellón polideportivo, una gran clínica deportiva de hasta 5.000 metros cuadrados, un espacio para Mareo LAB y la reforma de la quintana de La Marruca para actividades sociales.

Según el Plan General de Ordenación, esos terrenos están en la categoría de Suelo No Urbanizable de Interés Agro-Periurbano (SNU-I-AP). Se trata de una zona de gran potencial agrológico, los mejor dotados para cultivar. Por consiguiente, no se permiten nuevas construcciones y sus usos serían agrícolas, ganaderos, industria tradicional ya implantada, viveros, apicultura, naves ganaderas y similares.

Los usos que sí podrían ser de interés para el Sporting serían los que dependen de una autorización de actividad previa por parte de las distintas administraciones. En ese suelo estarían prohibidos los usos de hostelería y comercio en edificios de nueva construcción. Como usos autorizables, por ejemplo, se pueden encontrar las dotaciones de equipamientos públicos y privados.

Para cambiar la ordenación del suelo hacia esos usos autorizables, el club debería justificar el cambio de uso de ese suelo y realizar un documento urbanístico (Estudio de Implantación) que debe ser aprobado por todos los organismos que deban pronunciarse, empezando, sobre todo, por el Ayuntamiento. El problema es que dado el gran tamaño de la superficie sobre la que se pretende actuar, es posible que las administraciones públicas planteen que con un Estudio de Implantación para esta nueva actividad no sea suficiente, teniendo que realizar una modificación del planeamiento, dado que al cambiar tanto suelo de calificación puede generar una necesidad de reevaluar lo que conlleva sobre el territorio.

Si no hubiera que hacer tal modificación, los trámites podrían llevar cerca de un par de años para cambiar la ordenación y uso de dicho terreno. Sin embargo, en el segundo caso la tramitación podría extenderse hasta el doble de ese periodo de tiempo, dado que es un asunto de mayor enjundia y habría que valorar y evaluar si el interés municipal se salvaguarda frente al interés del Sporting.