Entrevista con Ramírez: «Orlegi cambió el statu quo del Sporting y afectó a medios y entidades con privilegios en la gestión anterior, eso no gustó»

Dani Souto / Alejandro Vigil Morán / Nacho Cid

SPORTING 1905

Miguel Ángel Ramírez
Miguel Ángel Ramírez Nacho Cid

La Voz de Asturias entrevista en exclusiva al entrenador del Sporting

25 dic 2023 . Actualizado a las 20:00 h.

Segunda parte de la entrevista de Miguel Ángel Ramírez, técnico del Real Sporting de Gijón, en exclusiva con La Voz de Asturias. En esta segunda entrega hablamos sobre su idea de juego y sus influencias, su llegada al Sporting y la evolución del equipo hasta el momento presente. Haciendo clic aquí puedes leer la primera parte.

Es habitual verte en partidos de equipos de la base cuando el calendario te lo permite. ¿Cuántos equipos de la cantera tienes más o menos controlados? ¿Cuál es tu implicación con el trabajo que se hace en la cantera por ejemplo en cuanto a metodología o entrenadores? Por ejemplo, tu comunicación con Aitor Zulaika debe ser muy fluida...

Me gusta demasiado. Como nunca quise ser entrenador de élite, trato de volver a lo que soy. No sé si es como una terapia. Necesito de vez en cuando salir del mundo profesional e irme a lo que seguramente sea mi vocación; el fútbol base, la educación. Trato de ver entrenos y partidos y ayudarles en lo que puedo. El club está en proceso de cambio sabiendo dónde están las prioridades ahora mismo. Las energías iban más por el primer equipo y el Sporting Atlético porque era lo urgente para poco a poco ir transformando todo en Mareo como Orlegi quiere. Sporting Atlético, Juvenil A y un alto porcentaje del Juvenil B los tengo bastante controlados. He visto también a los cadetes. Trato de estar lo más que puedo cerca del Sporting Atlético.

Nunca soporté eso que ocurría en Las Palmas, como en todos los clubes, de esa distancia entre el fútbol base y el primer equipo, que parece que es algo intocable. Soy totalmente distinto a eso, me encanta el fútbol base y tengo vocación de trabajar ahí. Me siento parte, trato de ayudar a Aitor, Nacho, Isma, al igual que con los jugadores. Si en mi papel de entrenador del primer equipo les puede servir de impulso y que sientan esa responsabilidad, lo voy a hacer.

¿Qué aspectos crees que podría potenciar el club en cuanto a cantera? ¿Dónde ves margen de mejora? 

Hay un hándicap grande con el tema del scouting. Asturias es la que es, y el número de chicos que practican fútbol ha descendido. En cuanto a número de licencias está muy reducido. Luego, la competición también es muy reducida, tal cual como pasa en Canarias. No te lleva a otro nivel. Hay hándicap en la capacidad de elección y en que la competición es endogámica. Captar es el primer y clave momento del proceso. Luego hay que hacer un trabajo con los entrenadores para que sean mejores, cosa que se está haciendo. Para tener mejores jugadores necesitas mejores entrenadores, hay que poner mucha energía en ello, fue a lo que yo dediqué muchas horas en Independiente del Valle.

¿Consideras que el hecho de haber sucedido a Abelardo en el cargo, con lo que supone ese nombre en la entidad, fue un hándicap de mayor peso incluso que el ser alguien ‘desconocido’ para el gran público y parte de la prensa o que la propia situación clasificatoria a tu llegada? 

Seguramente sí. Lo que significa el Pitu aquí... Pero bueno, antes de venir me informaba un poco y tal del entorno de aquí y veía a la gente rajando del Pitu como si fuera culpa de él lo que pasaba. Al final siempre se echa la culpa al entrenador si los resultados no acompañan, da igual quién esté y cómo se llame. Pero obviamente, y también porque yo personificaba o era la cara visible del Grupo Orlegi, que es quien pone a este tío. Y cuando Orlegi llega realiza muchos cambios, rompe con el statu quo, y aquí había muchos beneficios y ciertos modus operandi con los que han cortado y eso no gusta. Los cambios no gustan y menos cuando afectan a ciertos medios y entidades que tenían otro tipo de privilegios con la gestión anterior.

Se cierra la primera vuelta con el equipo peleando por estar en los puestos altos de la clasificación, ¿cómo valoras la evolución del equipo para poder estar ahí y cuál ha sido el trabajo interno para ello? 

La valoración es positiva. Estamos muy contentos, trabajando en el día a día como para merecer resultados el fin de semana. Ha habido mucho trabajo desde que llegué a nivel interno en el club para establecer ciertos procesos que elevaran el nivel, la exigencia y tener mejores prácticas. También un mercado de por medio que te permite reforzarte, no sólo a nivel profesional, también considero que se han incorporado buenas personas que suman y generan un buen ambiente de trabajo para que todo ello sume en ese merecimiento de cada fin de semana.

¿Y en cuanto a la asimilación del estilo de juego, cómo ha sido ese aprendizaje y cómo lo valoras?

Ha sido muy buena. Como digo, el haber incorporado ciertos elementos nos ha permitido desarrollar un modelo de juego más próximo a lo que somos. Entienden muy bien la idea y son capaces de ejecutarla, aunque haya momentos con más dificultades porque también hay un rival que hace las cosas bien e intenta ponerte en dificultades. En el día lo entienden, lo ejecutan e interpretan, algo que han ido ganando con el paso de las semanas; conocer qué te propone el rival y dónde puede estar la solución. En ese sentido ha habido una evolución.

En ese sentido, comentaste en algunas ocasiones que te gusta escuchar la visión táctica de tus futbolistas y que ponéis en común esos aspectos de mejora y propuestas de juego. ¿A quiénes destacarías en ese apartado de interpretar el juego en un sentido más táctico? ¿Quiénes son los más proactivos en esa faceta?

Sí los hay, lo que pasa es que nosotros tratamos también de implicarles no sólo delante del grupo, también de forma individual ya sea en sesiones de vídeo o en el campo. Tratamos de tener esa conversación. Más allá de los que puedan ser más expresivos en ese sentido, que pueden ser los Roque, Nacho Méndez, Cali... Creo que luego hay otros que en mitad del entreno como Gaspar, Cote, Róber Pier, gente que le gusta el juego, lo interpreta y lo piensa, nos gusta tener conversaciones sobre situaciones que se dan.

¿Cómo es el día a día de Miguel Ángel Ramírez y su cuerpo técnico en Mareo? ¿Cómo preparáis los entrenamientos, cuántas horas dedicáis al día, cómo es el reparto de tareas y cómo se afronta la semana a la hora de preparar un partido? 

Va variando con el paso de la semana. Al principio siempre tenemos más carga de trabajo. En una semana tipo, con partido sólo de fin de semana, el día posterior al partido entrenamos para recuperar a la gente que ha jugado con un protocolo diseñado por el departamento de ciencias aplicadas, y con los que no jugaron compensamos la carga que no han tenido el día anterior. Ese para nosotros es el 'día +1'; para aquellos que no han jugado es el día para compensar esa carga para que la diferencia no se vaya ampliando entre unos y otros.

Los miembros del cuerpo técnico vamos al gimnasio muy temprano, como a las 6:30 o así y a las 7:30 ya estamos en Mareo. Preparamos el entrenamiento de ese día que ya está planificado previamente. Lo revisamos, adjudicamos roles en el cuerpo técnico, hablamos de los volúmenes y duración para que el entrenamiento vaya rodado. Después de ese entrenamiento +1 nos quedamos toda la tarde analizando al siguiente rival, discutiendo el plan de partido y qué contenidos trabajar en ese sentido durante la semana. Ahí el preparador físico juega un papel fundamental.

El segundo día tras el partido solemos descansar y nosotros nos solemos reunir generalmente en mi casa para terminar de darle forma al plan de partido. Ahí se decide el vídeo que vamos a enseñar en base a lo que vamos a trabajar ese día en el entrenamiento. Los vídeos no suelen durar mucho, están entre 3 y 4 minutos, que lo puedes multiplicar por 3 por las explicaciones. Tras el almuerzo solemos hacer sesiones de vídeo individuales del partido anterior. No solemos evaluar colectivamente el partido anterior. A veces lo hacemos por líneas; todos los defensas, medios... Y así según avanza la semana la carga de trabajo va disminuyendo

Hablas del vídeo, del departamento de ciencias aplicadas, al final el uso de la tecnología resulta clave en vuestro día a día ¿Qué importancia tiene para vosotros y qué herramientas utilizáis?

Es fundamental. En todo nos movemos con tecnología. Los entrenamientos están en el ordenador, de ahí que me lleve la tablet conmigo, primero para no estar imprimiendo todos los días, que acabo con los árboles, y además tenemos vídeos en los ipads en los que nos apoyamos en los entrenamientos, también tenemos grabación en directo cuando hacemos algún trabajo táctico para poder revisar las imágenes y enseñárselas a algún jugador con vídeo desde el dron. Trabajamos también con software de análisis propio y de rival, la herramienta de Mediacoach que ofrece LaLiga, que es poderosísima, con muchos parámetros técnicos, tácticos, físicos... Todo es tecnología actualmente en el fútbol.

Todo ello lo entiendo como parte de ese proceso de «profesionalización» al que te referiste en su momento con áreas en las que había margen de mejora. Por ejemplo, está el caso de la nutrición, ¿cómo funciona ese control de los futbolistas en este apartado? Un poco siguiendo la línea de unas declaraciones muy aplaudidas de Javi Fuego sobre la importancia de ser profesional las 24 horas del día.

No hemos inventado nada a nivel tecnológico, todos los clubes de élite trabajan con esos medios. ¿El hacerlo te va a hacer ganar partidos? No. Pero el no hacerlo te está alejando de los medios con los que se mueven el resto de clubes. Son medios que dejas de utilizar y vas en desventaja. Respecto al tema de la nutrición, desde nuestra llegada hemos tenido 3 encargados diferentes, ahora está Silvia, en coordinación con el departamento de ciencias aplicadas, hacen un seguimiento de cada uno, con revisiones periódicas del índice de masa corporal, se pesan todos los días y Silvia está pendiente de cada jugador en el desayuno, antes de entrenar, y también en las comidas para orientar a nivel individual con su plan personal.

La plantilla ha respondido muy bien a esas mediciones porque han ido mejorando muchísimo en ese sentido. Hay un régimen interno de multas si eso no se cumple. El cuerpo es su herramienta de trabajo. Tienen su soporte antes y después del entrenamiento con batidos, suplementos, etcétera, que cada uno toma en base a sus necesidades. Hay que cuidar esos detalles que te pueden permitir marcar la diferencia.

Entre esos detalles está también el análisis del rival que comentábamos antes. Siempre has sido proclive a adaptar muchas cosas de tu juego en base a las características del rival. Hay quienes consideran que es una muestra de debilidad, mientras otras corrientes lo ven como una virtud. Tu preferencia parece clara en ese sentido, pero resulta interesante conocer por qué le das tanta importancia a esa adaptación.

Nosotros de hecho nos centramos en nuestro equipo, pero nuestro equipo no juega solo, tiene un rival enfrente. No es lo mismo que el rival te presione en primera línea con 1, 2 o 3. Sí, yo me puedo centrar en mi equipo, pero no puedo hacer lo mismo si me presionan con 1, 2 o 3. No es una opinión, es una obviedad. No se sostiene por ningún lado que digamos que yo sólo me centro en lo mío. Qué hago si no sé qué me va a hacer el rival. Necesito saber eso para saber solucionarlo; cuántos necesito para superar esa presión de 1, 2 o 3, me presiona arriba o espera en bloque bajo, cómo se comportan con balón, juegan con un punta, dos, extremos fuera o dentro... Necesito saber qué hace el rival para minimizarlo y para poder potenciar lo que somos, obviamente. Qué jugador y estructura necesitamos, ahí tendré que tener en cuenta la potencialidad del rival.

En ese sentido, la temporada pasada llegaste a utilizar hasta más de media docena de sistemas diferentes, cuando en la actual ha habido una mayor estabilidad táctica con apenas un par de sistemas bastante similares. ¿Eso era un reflejo más puro de tu filosofía como entrenador o estabas en una fase de aprendizaje de la competición para encontrar ese sistema más competitivo?  

El fútbol es de los futbolistas, se trata de jugadores, no de mí. Ahora tengo jugadores con los que puedo hacer unas cosas que quizás no podía hacer la temporada pasada. En ella seguramente tocaban otras cosas para poder competir mejor, y ahora entendemos que con lo que tenemos podemos competir mejor con lo que estamos haciendo. Claro que habrá cosas que me gusten más o menos, pero mi prioridad es ayudar a mi equipo a que compita mejor. Con nuestras estructuras actuales estamos compitiendo bien y las veces que las hemos cambiado es porque entendíamos que podíamos ser mejores así. Unas salieron bien, otras regular y otras mal porque esto es así. Lo analizas y planteas de una forma y luego llega el partido y no se da así. Ahí está la capacidad tuya durante el partido para adaptarte y cambiar y no anclarte en el plan inicial.

Me interesa mucho ese tema de los perfiles. Hubo mucho debate sobre si había más o menos futbolistas que se pudieran adaptar a un estilo de juego basado en el fútbol de posición como el que habías desarrollado en clubes anteriores. En su momento llegaste a considerar que muchas veces nos ‘autolimitamos’ a la hora de generar prejuicios al creer en la conveniencia o no de perfiles concretos para un determinado estilo de juego, que no tenemos que ser tan radicales. Pero acabas de mencionarlo, ¿consideras que el Sporting no tenía a tu llegada perfiles fácilmente adaptables a ese modelo de juego que ahora sí tiene? 

Era por la situación que estaba viviendo. Recuerdo el partido allí en Albacete. Estaba siendo no sé si un juego de posición, pero algo muy parecido a eso. Y el equipo jugó muy bien y dominó la mayor parte del partido. Perdimos. Venimos aquí contra el Mirandés y pasamos del 1-0 anulado al 0-1 y uf, ya empezaron los nervios. No es sólo una cuestión de perfiles, sino de emociones y su gestión. Qué eres capaz de hacer con una emoción o con otra. Como decía Valdano, el fútbol es un estado de ánimo, y ese estado de ánimo te lleva a hacer o atreverte a hacer ciertas cosas o no. Y en ese momento ese nerviosismo no ayudó a que los jugadores pudieran hacer lo que eran capaces de hacer. Rivera en ese momento no se atrevía a hacer según qué cosas que sí se atreve este año porque las emociones son distintas.

Me pisas la siguiente pregunta entonces que si el problema era algo más mental o emocional que futbolístico...

Para mí sí. Ahora tenemos elementos que también nos dan un salto para hacer determinadas cosas, pero sí.

También entiendo que para ti como entrenador, el tener menos tempo cogiendo al equipo a mitad de temporada, con una exigencia de resultados brutal al llegar con sólo 3 puntos de margen sobre el descenso y con objetivos ambiciosos marcados públicamente por la propiedad, todo ello no ayudó a desarrollar un modelo de juego como un fútbol posicional que requiere de más tiempo de trabajo por su complejidad...

La situación no ayudó, pero te digo que no había dificultades a nivel de comprensión o capacidad. Hubo factores de suerte necesaria en los que no encontramos el premio, como esos partidos que dije de Albacete y Mirandés, que te meten en una dinámica negativa. Eso pudo afectar de manera determinante para pararnos y decir, optemos por otra cosa con la que la gente se sienta más segura y tranquila. No sé si simplificando, pero sí priorizando otras cosas. Así se sintieron mejor y pudieron competir mejor. En Burgos y Las Palmas hicimos las cosas de otra manera y el resultado nos dijo que así sí. Si eso nos dio la confianza para competir mejor, listo, vayamos por aquí.

En cuanto a esa idea de juego, siempre señalas a Roberto Olabe como tu principal mentor de aquella etapa en Qatar. Junto a él, ¿quiénes han sido tus principales referencias en los banquillos en el camino recorrido hasta hoy, sobre todo en tus inicios? 

Al que le gusta este tipo de juego, Guardiola seguramente haya sido un ejemplo para todos. Yo no soy del Barça, pero me veía todos sus partidos porque realizaban un juego que me gustaba ver. Al igual que me pasaba en su momento con Van Gaal. Si algo aprendí en Qatar fue a entender el juego y dominar diferentes aspectos del mismo. Eso me despertó interés en otros entrenadores y aprender igualmente de Andoni Iraola o Unai Emery, que no tienen mucho que ver con Guardiola inicialmente, pero que sí podían ayudarme a complementar esa idea, dominando otras fases del juego y ser mucho más completo. Llega De Zerbi algo más tarde en el Sassuolo, que no es igual al actual, pues aquel no se atrevía a jugar con su portero y prohibía a los centrales jugar con él, me acuerdo porque Francesco Farioli, actual entrenador del Nice, fue mi entrenador de porteros y era el de De Zerbi en Sassuolo, y me lo decía. Eso en un juego de posición era impensable. Ahora en el Brighton el portero es fundamental. Fui viendo diferentes equipos, como también la Real de Imanol, para incorporar cosas que me pudieran hacer competir mejor a mis equipos.

Al margen del entrenador, también estás muy ligado en tu trabajo a la figura del coach, especialmente personificada en tu caso en Imanol Ibarrondo. ¿Cómo ha influido en ti a la hora de gestionar grupos y emociones o liderar? ¿Cuál es su trabajo para el club y cómo crees que influye en el rendimiento esta figura en particular? ¿Se diferencia mucho del papel de un psicólogo? 

Para mí Imanol ha sido fundamental. Me acuerdo con 25 años que salió una convocatoria suya y de su empresa de coaching en Las Rozas en Madrid, que me pilla allí haciendo el curso de director deportivo, y esa formación fue clave para mí. Una semilla que se planta y que veo que era algo fundamental como entrenador y líder, pero también en mi vida. Desde ese momento se convierte en mi coach personal, lo tuve en Aspire, Independiente del Valle o Charlotte y ahora coincide que trabaja para el Grupo Orlegi. Es fundamental para mí. Me he trabajado para conocerme mejor, reconocer mis emociones, liderarme y así poder hacerlo con aquellos a los que lidero y gestionar sus emociones.

Teniendo un coach entiendo que no es necesario un psicólogo en el club. Entiendo que en este mundo encontrar a uno... Para mí el mejor es Imanol. Hay que tener mucho cuidado con quién incorporas porque creo que puede hacer mucho bien o mucho mal. Imanol tiene sesiones colectivas con los jugadores cuando nos visita, también con el cuerpo técnico, y a nivel individual cuando cada uno lo necesita puede acudir a él para gestionar cualquier situación. Hay mucho estrés, ansiedad, frustraciones, tristeza... Y uno sin herramientas puede no ser capaz de gestionarlas. Yo tengo una videollamada semanal con él para todo lo referente a la semana.

Ibarrondo, Olabe, además de otros que has citado como Alguacil, Emery, Iraola, otros técnicos de moda como Xabi Alonso.. También en tu trayectoria aparece Mikel Antía, ahora está Endika contigo de segundo... Muchas referencias a personalidades del fútbol vasco. ¿Qué tiene la escuela vasca moderna para que esté tan en auge actualmente?

Ellos se ríen de mí porque soy un canario medio vasco. El vasco tiene algo que al principio puede parecer frío o distante, pero es honesto y es el que perdura con el tiempo. Tengo muy buenos amigos vascos y me parecen unos currantes, honestos y con los que me gusta trabajar. A veces demasiado frontales y yo aprendí a serlo. El canario es muy diferente. Me gusta ir de frente, creo que es mejor hacerlo así. Me ayudaron mucho en mi proceso.

¿Y en la actualidad, en qué entrenadores te fijas más? ¿Vas a aquellos que comparten ideas similares a ti en cuanto a propuesta o, todo lo contrario, buscando beber de otras fuentes o métodos más disruptivos?

Me dio por ver bastante al Atalanta, no sé si la temporada pasada o la anterior, porque me llamaba un poco la atención su forma de jugar. No tenía nada que ver con el fútbol de posición, eran súper verticales y agresivos. En los últimos años he intentado ver equipos que me ayudaran a defender mejor. Salí obsesionado con eso tras salir de Independiente del Valle. Ahora la Real Sociedad de Imanol, sobre todo la de la temporada pasada, es un ejemplo de un equipo con mucha pierna, que va hacia adelante y que recupera mucho en campo contrario. Es un equipo del que aprendí en ese sentido.

Por ejemplo, como 'nuevos métodos', ahora se habla mucho del Fluminense de Diniz a raíz del éxito cosechado en Libertadores, con una propuesta que etiquetan de fútbol ‘funcional’ o ‘relacional’, que se basa en el juego asociativo pero que se diferencia en muchas cosas del fútbol posicional. No sé si crees que el fútbol puede seguir un poco por esos derroteros en los próximos años...

Lo he visto no sé si en Sao Paulo en su etapa anterior y no terminaba de entender sobre todo los por qué. A mí no me interesa sólo el qué haces sino por qué lo haces. No, 'es que está metiendo al lateral por dentro', ya, ya, pero por qué lo hace, para qué. Yo necesito saber en qué repercute eso que haces, qué beneficio te da. Si lo haces porque todos lo hacen al ponerse de moda... Si por ejemplo eso no te está ayudando a tener una buena estructura de juego por fuera en la primera línea o cómo te quedas en caso de pérdida... No sé, he visto ciertas cosas que se han puesto de moda pero que no termino de verles utilidad.

Volviendo al tema de los rivales, ¿cuál es el rival contra el que más has sufrido en tu etapa en el Sporting por los ajustes tácticos del entrenador en el desarrollo de un partido?

Uff... Creo que fue el Tenerife. Nos cambiaba la presión y tú tenías que ir ajustando la forma de atacar teniendo que ir encontrando soluciones durante el partido. Por ejemplo, Becca, con el Elche, lo teníamos bastante estudiado y lo resolvimos bien. Luego con los planes de partido puedes estar más o menos preciso, pero por ejemplo el día del Levante esperábamos que nos sometieran más porque es lo que venían haciendo y no fueron capaces porque tuvimos varios registros. Tener la imagen en directo en el banquillo te permite tomar decisiones para maniobrar independientemente de lo que hayas planificado.