Análisis: ¿Delantero o extremo? ¿Dónde juega mejor Otero?

Dani Souto

SPORTING 1905

Juan Otero
Juan Otero @juanferotero26

Texto de análisis

04 abr 2024 . Actualizado a las 20:12 h.

Incombustible. En la que está siendo su segunda temporada en el Real Sporting de Gijón, el colombiano Juan Otero continúa encabezando la lista como el futbolista con más minutos de toda la plantilla, tal y como hiciera en la 22/23, donde sumó un total de 3.411' repartidos en 44 encuentros. Una campaña en la que anotó 6 goles actuando en la banda diestra del ataque. Este año, sin embargo, está jugando de manera habitual en otra demarcación, la de delantero centro, y sus cifras, al menos realizadoras, ya son mejores al conseguir recientemente su séptima diana.

A pesar del cambio de rol, en cuanto a participación sigue siendo un indiscutible para Miguel Ángel Ramírez. Otero ha sido convocado en 33 de los 35 encuentros que ha disputado el conjunto rojiblanco en lo que va de temporada, perdiéndose apenas las convocatorias ante Racing de Ferrol y Albacete, ambos en la primera vuelta y por leves molestias musculares. Su disponibilidad total y su gran derroche físico hace no solo que lo juegue prácticamente todo sino además que solo haya sido sustituido en 10 ocasiones de los 30 encuentros en los que ha sido titular, completando los 90 minutos en 2 de cada 3. Algo inusual tratándose de un hombre de ataque.

Por proyección, sus cifras de participación también apuntan a ser similares a las del curso pasado, sumando ya la llamativa cifra de 76 encuentros defendiendo la camiseta del Sporting sin haber completado aún las dos temporadas en el equipo. El club, valorando positivamente su importancia y papel dentro del vestuario, hizo un importante esfuerzo económico para lograr prolongar su cesión esta campaña procedente del Club América mexicano. Una operación que se antojaba complicada en el último mercado estival. Allí, Otero tiene aún un año más de contrato hasta verano de 2025.

Lo que más sorprendió al aficionado rojiblanco, que aún hoy lo mantiene a debate, fue su cambio de rol esta temporada. Con sus 6 goles en liga, el curso pasado consiguió ser el máximo goleador de la escuadra rojiblanca empatado con Aitor García, también extremo. Una cifra llamativamente baja para tratarse de un pichichi, pero positiva en el caso de un extremo. Miguel Ángel Ramírez y su cuerpo técnico, que en la planificación inicial lo mantenían ubicado en su banda diestra, vieron en él cualidades que por la forma de jugar del equipo podían ajustarse mejor a la punta de lanza. Y dada la continuidad que le han dado en la delantera, el convencimiento de su aportación es total.

Como delantero las exigencias son otras muy diferentes. Desde posiciones interiores Otero tiene ahora la posibilidad de amenazar más al espacio con desmarques de ruptura, especialmente atacando la zona en el intervalo entre central y lateral, aprovechando su velocidad. Por otro lado, como referencia, el colombiano es un habitual en los duelos por alto ante envíos aéreos, algo para lo que también se le buscaba con frecuencia actuando en banda, teniendo una pareja de baile más asequible generalmente con el lateral y no con el central, pero en una zona menos provechosa para el equipo. Del mismo modo, sus choques con los centrales para ser ese receptor del pase vertical también son frecuentes, con una gran capacidad para el duelo físico.

En banda, si bien podía participar en contextos menos exigidos, recibiendo al pie y entrando más en juego en las circulaciones lado a lado, el radio de acción de Otero estaba mucho más acotado, enfocado al uno para uno con su lateral buscando situaciones propicias para el centro al área. Esto lo alejaba de la zona de remate, pues desde el carril no se prodiga tanto en el desmarque, teniendo que esperar una jugada por el otro costado para rematar en el segundo palo, mientras que en punta hace gala de mayor movilidad por el ancho del campo, cayendo a los costados cuando lo entiende necesario.

Aun así, las ventajas que podía generar en banda, siendo su posición natural, se notó en la temporada que le costaría encontrarlas en área rival, pues su lectura y sensibilidad para encontrar zonas de remate no estaba tan desarrollada como cuando le tocaba cocinarse la jugada en banda. Eso hace que en muchas ocasiones se eche en falta un socio propicio en los últimos metros que abriera más la posibilidad de volver a ver a Otero en un costado. Mientras tanto, Ramírez sigue confiando en él para la punta del ataque, sin descartar reubicarlo, pero con el colombiano demostrando capacidades para poder rendir indistintamente en ambas posiciones.