El Oviedo propone enviar al Sporting un 50% de entradas a precio razonable y otro 50% a un precio muy elevado en la misma zona
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Nuevo derbi asturiano
22 dic 2024 . Actualizado a las 18:10 h.La plantilla del Real Sporting de Gijón cogió anoche vacaciones hasta el próximo 30 de diciembre, cuando deberán regresar a la Escuela de Fútbol de Mareo para empezar a preparar el derbi asturiano contra el Real Oviedo, marcado para el 11 de enero a partir de las 21:00.
El club rojiblanco no ha anunciado todavía la venta de entradas para el fondo visitante, mientras los locales ya acumulan varios días de venta exclusiva para los acompañantes de sus socios, una campaña que pretenden mantener hasta el día del partido, complicando la asistencia de fans sportinguistas.
En ese sentido, el Oviedo ha enviado una propuesta a las oficinas gijonesas que consiste en el envío de 570 entradas al precio de 25 euros y otras 580 al de 60 euros.
La situación está en estudio, ya que el reparto de entradas para un mismo sector a precios tan dispares puede suponer un problema entre la afición sportinguista, tanto de cara a la venta de abonados como a través de las asociaciones de peñas.
Pese a no ser habitual, ya ocurrió excepcionalmente en la visita a otros estadios durante varias temporadas y en algunos casos se optó por venderlas a un precio común en Gijón por parte de la Federación de Peñas Sportinguistas, cuando eran los responsables de gestionar estas iniciativas.
Por motivos de seguridad, si el Sporting renuncia a las citadas 580 localidades, se quedarían sin poder venderse, puesto que no podrían ser adquiridas por aficionados locales. La Comisión Antiviolencia ya ha declarado el partido de alto riesgo, por lo que como muy tarde, deberá haber una reunión durante la primera semana de enero para debatir el protocolo de llegada al estadio en formato de burbuja.
El partido de la primera vuelta ya se disputó sin afición visitante en El Molinón - Enrique Castro 'Quini', ya que el Oviedo y la APARO optaron por rechazar las 570 entradas a 25 euros que se habían ofrecido desde Mareo. Una medida de protesta por una reducción de aforo que llegó de manera obligatoria por parte de LaLiga y el Gobierno por los protocolos de seguridad para los duelos de alto riesgo.