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Es una de las señas de identidad de Asturias y la bebida que debes probar seguro si visitas esta comunidad. ¿Quién no reconoce la típica imagen del escanciador de sidra? Este símbolo de la gastronomía asturiana lo es por algo ya que la comunidad produce el 80% de la sidra del país y elabora 40 millones de botellas que exporta a más de 50 países. Es parte del ADN de la población asturiana y cuenta con Denominación de Origen Protegida.

En este contexto donde la sidra es protagonista empresas productoras y turísticas han sumado sus esfuerzos para promover y difundir la cultura de la sidra e impulsar la actividad turística relacionada con ella. Se trata de Sidraturismo Asturias, una iniciativa que nos disfrutar de todo lo que representa el universo de la sidra.

Entre las actividades que lleva a cabo Sidraturismo destacan algunas como adentrarse en el proceso productivo visitando llagares, pumaradas y negocios relacionados con el sector sidrero, así como la promoción y el conocimiento de la cultura sidrera.

Esta cultura es candidata a formar parte del Patrimonio Mundial Inmaterial de la UNESCO. Está muy presente en las tradiciones asturianas como por ejemplo las espichas, esas fiestas donde la sidra se une a la gastronomía asturiana o el escanciado, una de las señas de identidad inconfundibles de la comunidad asturiana alrededor del mundo. No en vano, desde hace 30 años se potencia con la celebración anual del Campeonato de Regional de Escanciadores.

De las pumaradas a los llagares, un recorrido por la cultura sidrera

El camino de la sidra comienza en las plantaciones de manzanos, también llamadas pumaradas. Se trata de verdaderos ecosistemas que producen multitud de variedades de manzanas de sidra aunque a solo 76 las ampara la DOP Sidra de Asturias. Bajo esta denominación se incluyen tres tipos de sidra que son sidra natural tradicional, sidra natural filtrada y sidra natural espumosa.

Si te interesa conocer estos lugares de origen de la sidra, existen varias pumaradas que se pueden visitar para ver las plantaciones con su paleta de colores que va cambiando en cada estación. Entre ellas están algunas como la Finca José Antonio Lebredo, la Finca Palacio de Meres o la Finca Turismo Faces.

En el proceso de elaboración de la sidra son también vitales los llagares. Un llagar es una prensa manual o mecánica de madera que tritura la manzana y la transforma en zumo. Con el tiempo pasó a llamarse llagar a la zona donde estaba ubicada y actualmente se denominan así también a las propias empresas que producen sidra.

Entre octubre y noviembre es el mejor período para visitar los llagares ya que están en plena temporada de recolección. Puedes acompañar la visita con degustación de quesos y productos típicos,  o incluso las famosas «espichas», una comida informal con tortillas y los chorizos a la sidra. Esto tiene su origen en el momento de probar la nueva sidra del tonel, un momento compartido con familiares y amigos. «Espicha» era el pequeño artilugio puntiagudo de madera que tapaba el agujero por el que salía la sidra.

Es posible visitar estos llagares tan emblemáticos de la cultura sidrera en Asturias en localidades como Gijón, Oviedo, Siero o Villaviciosa. Son espacios donde no solo podrás ver el proceso de elaboración de la sidra sino también conocer a fondo la historia, cultura y tradición de este mundo. Algunos de los llagares que puedes visitar son El Gaitero, Castañón, Herminio o Trabanco.