Este es el otro desfile del Día de la Hispanidad, que también tiene su miga; repamos estilismos, presencias y ausencias
13 oct 2019 . Actualizado a las 14:00 h.Este sábado tocaba un desfile especial. Es una alfombra roja diferente, peculiar, no como otras. Tiene un importante barniz institucional. Porque muchos lucen en el acto institucional de la celebración de la Fiesta Nacional sus supuestas mejores galas en Madrid. Y es evidente que uno de los grandes focos en este tipo de eventos siempre apunta a la reina Letizia. Ya se sabe que en estas ocasiones ellos visten más «sota, caballo, rey», nunca mejor dicho en el caso del monarca Felipe VI, pero la frase también podemos aplicársela a ellos, los políticos, los candidatos que han acudido al acto. En fin, centrémonos en Letizia, que se ha encomendado de nuevo a Felipe Varela, su modisto de referencia, y lució un traje midi rosado de seda y tul con transparencias y bordados, cuello redondeado y botones en el pecho. En el diseño, un motivo recurrente: las mariposas, que se apreciaban perfectamente en las mangas transparentes. Letizia llevaba el pelo recogido en un moño estilo bailarina que hacía que llamaran extraordinariamente la atención sus espectaculares pendientes: dos joyas realizadas con una gran piedra rosada rodeada de diamantes. Un par que en realidad ha salido del joyero de la reina Sofía y que su nuera ha decidido recuperar para la ocasión con bastante acierto. Completaban sus estilismos sus zapatos de tacón de aguja en el mismo tono de Steve Madden (con una finísima tira transparente para sujetar el pie, vaya vértigo) y una cartera de color fucsia de Magrit que aporta una pincelada distinta a todo el conjunto.
Dicen que la reina arriesgó y se dejó llevar más por las tendencias de las pasarelas que en otras ocasiones. Unos comentan que el diseño es acertado, actual y muy romántico; otros aseguran que es demasiado primaveral para el otoño y que no se ajusta mucho al tipo de celebración ni a la edad de Letizia. Desde luego, es muy diferente a los que eligió para desfiles anteriores, más sobrios e invernales. En el 2016 surgió la polémica porque eligió un abrigo-vestido de Felipe Varela que se parecía sospechosamente a un diseño del modisto Óscar de la Renta. Este año también está abierto el debate. Ahí lo dejo.
Albert Rivera estuvo bien acompañado, pero no con Malú. Si la cantante hubiera acompañado al político, habría sido una de las fotos de la jornada, sin duda. Ya bastante se lió cuando se publicaron aquellas primeras imágenes juntos comprando cosméticos en un centro comercial de Madrid. Pero como este sábado Rivera estuvo al lado de otra mujer durante parte de la celebración, surgió la pregunta: ¿quién es la misteriosa dama que lo acompaña y que luce ese bronceado y ese look flamenquillo de lunares, flores rojas, asimetrías y volantes? El morbo está servido hasta que uno conoce la respuesta: se trata de la canaria Patricia Reyes, diputada por Ciudadanos y secretaria de la Mesa del Congreso. Que no se disparen las alarmas, que esta es una pareja institucional. Aunque ella también ha tenido ya sus momentos en el mundo del cuore. La revista Corazón TVE publicó hace meses que Reyes y el periodista Jorge Bustos mantenían una relación sentimental. Por lo que se ve, en los pasillos del Parlamento también nace el amor (aunque nos parezca que haya más de lo otro, del desamor). Bueno, la cuestión es que, de momento, Malú tendrá que esperar. Y la verdad es que nos morimos por comentar sus estilismos cuando asista a un acto castrense como este, no lo negamos. Ya está tardando. Sobre todo ahora que una foto ha hecho que se dispararan los rumores de embarazo de la diva.
Leonor y Sofía lucieron vestidos en su estilo habitual. Yo lo llamaría una especie de Chanel juvenil por sus cortes y las texturas de los tejidos, tipo tweed. Ya se sabe que hay debate sobre si sus diseños son demasiado infantiles. Pero para una celebración así tampoco hay tanta opción como para un acto más informal, en el que sí pueden entrar en juego ropa y complementos más desenfadados. El vestido de Leonor, con apariencia de dos piezas, también era en rosa pastel, un tono parecido al del diseño de su madre, aunque un poco más apagado, con cuello caja y manga francesa. Sin duda, el de este sábado ha sido un ensayo para la que será su primera gran aparición: la de la próxima semana en los premios Princesa de Asturias. La elección para Sofía fue el azul pastel, con un vestido similar al de su hermana mayor, pero un poco más largo. Las dos calzaron bailarinas, Leonor totalmente planas y la hermana menor con un poco de tacón. Sus peinados dijeron adiós a las trenzas de otros años, esta vez se impuso el pelo suelto con ondas muy poco marcadas.
Pablo Casado ha optado por mantener la barba para el desfile. Sí, nos sorprendió a todos al dejársela después de su regreso de las vacaciones de verano. Y ahí sigue. No se la afeita ni para el día de la Fiesta Nacional. La cosa parece que va para largo. Dicen que intenta imitar el look Rajoy. ¿Quién le iba a decir al expresidente que iba a ser tendencia? La esposa de Casado, Isabel Torres, apostó por un vestido color acero de la marca Colour Nude, sobrio y favorecedor, ajustado y realizado en neopreno (ojo al detalle), con un fino escote muy original. Como complemento, pulserita con la bandera de España (era el día señalado).
Begoña Gómez, la esposa del presidente Pedro Sánchez eligió un vestido largo de escote cruzado con un estampado en blanco y negro. Como toque de color y para dar un matiz de contraste, optó por un bolso rojo y zapatos a juego.
Se estrenaba en estos fastos Lidia Bedman, mujer de Santiago Abascal. La instagramer eligió un vestido granate de manga larga para asistir al desfile. De momento no se ha pronunciado en las redes sociales sobre el estilismo seleccionado. Esperamos comentarios. No vaya a ser que haya vuelto a optar de nuevo por el made in Galicia, como ocurrió gracias a su visita a Sanxenxo.