El docente deja de dar clases tras jubilarse, y sus compañeros de trabajo y los niños quisieron darle una tierna sorpresa
21 dic 2019 . Actualizado a las 18:36 h.Todos los profesores saben cuál es su gran misión: enseñar. Da igual que sea enseñar matemáticas, lengua, literatura o inglés. Quieren que sus alumnos tengan las mayores capacidades posibles en las diferentes asignaturas para que luego sean grandes profesionales. Pero también les gusta a los profesores, una vez terminada su carrera profesional, mirar atrás y ver que ha sido más que «el que enseñó inglés» o «con la que aprobé filosofía». Marcar a los alumnos solo lo consiguen los grandes profesores. Y parece que este profesor, al que ya le toca la jubilación, es uno de los que pertenece a este selecto grupo de docentes.
Los alumnos de todas las edades y los demás docentes del IES Rosario de Acuña, de Gijón, quisieron darle una sorpresa a Serafín, en sus últimos días de clase. Organizaron un gran pasillo para que Serafín lo atravesara entre vítores y aplausos de todos los presentes. El docente se limitó a levantar la mano a modo de saludo, mientras incrédulo observaba una de esas escenas que solo ocurren una vez en la vida. Al llegar a la clase, Serafín no pudo contener las lágrimas, como se ve en el vídeo, por el que se convertirá en uno de los momentos más felices de su vida.