Así eran los primeros rollos de papel higiénico de España

la voz REDACCIÓN

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Museo del Pueblo de Asturias

El Muséu del Pueblu d'Asturies tiene entre sus colecciones unas muestras de este bien tan codiciado al principio de la cuarentena y que no llegó a España hasta mediados del siglo pasado

29 mar 2020 . Actualizado a las 18:31 h.

Tendemos a creer que la vida que vivimos ahora es la misma que vivían hace 100, 200 o 500 años nuestros antepasados. Nadie es capaz de imaginarse una vida sin cosas tan básicas como una cama, toallas y, cómo no, papel higiénico. Un bien cotidiano que en estos últimos días, y sobre todo al principio de la cuarentena por la epidemia de coronavirus, ha ganado una notoriedad importante, convirtiéndose incluso en «tendencia» en la mayoría de conversaciones, hilos de Twitter, memes o publicaciones de Facebook o Instagram.

Desde que comenzó el confinamiento, incluso unos días antes, este bien adquirió un valor nunca visto por el temor, o a saber qué, de que se acabara. Pues, como todo, el papel higiénico tiene un origen. Y no es tan lejano como nos creemos. El Muséu del Pueblu d'Asturies cuenta con unos ejemplares originales entre sus colecciones de estos rollos, que nacieron a finales del siglo XIX en Estados Unidos, pero que no llegaron a España hasta casi mediadios del siglo pasado. 

En una publicación de Facebook del museo, explican cómo el papel higiénico fue un invento de los hermanos Scott (fundadores de la actual Scottex). Además, en nuestro país «se generalizó su uso en los años 50 (hasta entonces se empleaba papel de periódicos, donde llegaban estos)». El primero en aparecer en el mercado y el más vendido, explican, «fue uno que llevaba un elefante rojo impreso en su envoltorio de celofán, fabricado por Papelera Española». Era de color marrón y tenía una cara satinada y otra áspera. Junto a la explicación, está la imagen de dos de estos que fueron donados al Museo, recientemente. «Si no hubiese sido así, es probable que en estos días de escasez de papel hubieran tenido el destino para el que fueron fabricados», terminan.

Muchos han sido los curiosos que han reaccionado a esta historia en la publicación, que reúne más de 100 likes. Pero también hay quien ha comentado la pubicación diciendo que se anden con ojo, no vaya a ser que alguien cometa un «crimen» contra los rollos. «Tendréis un buen sistema de alarma para evitar que os puedan robar esa preciada mercancía, ¿no?», comentaba, bromista, un usuario. «Ahora el museo parecerá Tiffany», añadía otro, consciente de que, hasta lo que menos pensamos, puede acabar convirtiéndose en reliquia.