El polémico vídeo franquista del dueño de Casa Parrondo

la voz REDACCIÓN

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Nicolás Parrondo reparte comida por Madrid cuando aparece un hombre con el brazo en alto y realizando gritos franquistas e insultos

27 may 2020 . Actualizado a las 14:36 h.

Nicolás Parrondo, propietario de Casa Parrondo, el famoso restaurante asturiano en Madrid, ha sido grabado junto a un hombre en una calle de la capital realizando gritos franquistas e insultos a los que no piensan como él. «Viva Franco» y «Todo lo que decís es mentira, rojos de mierda» son algunas de las frases del señor al que el asturiano, que lleva más de cuatro décadas asentado en la ciudad, le entrega una bolsa con comida mientras se ríe y comparte las palabras del compañero. 

Mano en alto y repitiendo el nombre del dictador, ambos hombres se divierten. «Nicolás Parrondo, y Casa Parrondo. Viva Franco y rojos piojos», dice el recibidor de la bolsa, mientras el asturiano y el encargado de grabar el vídeo se ríen a carcajadas. El vídeo ha sido compartido en redes sociales, concretamente en Twitter, junto a las críticas declaraciones del twittero: «Hacer el saludo fascista, llamar ‘hijos de puta’ a los de izquierdas e incentivar a indigentes a decir ‘rojos piojos’ y ‘Viva Franco’ a cambio de las sobras de su comida es una muestra de hasta dónde puede llegar la miseria humana. Y es el dueño de un restaurante mítico de Madrid». La publicación acumula 1.500 likes, 1.900 retweets y más de 300 comentarios. 

El local de los famosos y ostentosos banquetes

Casa Parrondo es el local donde han tenido lugar comilonas que han superado los 48.000 euros en más de una ocasión. La factura de los ocho clientes que en junio de 2018 se reunieron alrededor de una mesa ascendió a 49.292 euros, iva incluido. En esa ocasión fue un camarero despedido quien hizo pública la nota pasado un año y medio. Pero en diciembre de 2019, fue el propio Nicolás Parrondo quien se encargó de contar un nuevo banquete prácticamente con los mismos protagonistas. 

Entonces, el propietaro explicó que el promotor de estas exclusivas comidas es siempre un empresario oriundo de Laviana, que tiene negocios relacionados con la chatarra, entre otros, y que no tiene ningún problema de liquidez.«Me están criticando porque les cobré el tabaco; no se lo iba a pagar yo», decía entonces Nicolás Parrondo desde su local, en pleno centro de Madrid, en la calle Trujillos.