El colaborador, incapaz de contener las lágrimas tras hablar en su programa del «Hormigas Blancas» dedicado a la madre de su hijo Álex, fallecido hace apenas unos meses
28 jul 2020 . Actualizado a las 23:10 h.«Yo estuve muy enamorado de Ana. El reportaje me despertó tantos recuerdos y emociones que no tengo capacidad para valorarlo, tampoco tengo ganas y nunca las tendré», decía Alessandro Lequio sin poder contener las lágrimas cuando en el programa que colabora de Telecinco, El programa del verano, repasaban el estreno de Hormigas Blancas, dedicado a Ana Obregón, la madre de su hijo Álex, fallecido de cáncer el pasado 13 de mayo. El italiano se mostraba muy emocionado por primera vez ante las cámaras al hablar de su expareja.
«No me reconozco. Esas imágenes me produjeron cierta vergüenza, pero son de hace 30 años y estaba recién llegado a España... era mi primera aparición en televisión», decía además con cierto pudor ante unas imágenes de archivo. En ese momento Joaquín Prat tomaba la palabra y aseguraba: «Todos los días recuperando un poquito del amigo y del compañero que teníamos antes de perder a su hijo. Vemos como está intentando salir adelante en una vida que, como él mismo dice, ya nunca va a ser la misma que antes de que se marchase Álex. Uno va intentando seguir viviendo y en el caso de Ana esperamos que también lo esté consiguiendo porque creo que eso es lo que hubiese querido vuestro hijo».
La criticada vuelta de «Hormigas Blancas»
El programa Hormigas Blancas volvía a la parrilla más de una década después con un programa dedicado en exclusiva a Ana Obregón en el que repasaba su vida, pero muy centrado además en la prematura muerte de su único hijo. «Las ‘hormigas' de hace 13 años no tienen nada que ver con las de hoy. Si el eslogan de entonces era ‘el pasado siempre vuelve', el de ahora es ‘el pasado ya está aquí'. En esta nueva etapa el tiempo nos ha dado una perspectiva nueva sobre las historias y las vamos a contar con los ojos del ahora. En este tiempo hemos evolucionado tanto los personajes, como la audiencia y como nosotros mismos. Las ‘hormigas' de 2020 son más amables y ven su labor como una oportunidad para hacer un homenaje a personajes con los que hemos crecido, realizado con el máximo cariño y respeto», explicaba el pasado viernes la gallega Carlota Corredera antes de su estreno, en un programa en el que se volvió a poner como presentadora.
Pero el caso es que muchos de los telespectadores que vieron el espacio criticaron (y mucho) que se escogiera a Ana Obregón como protagonista de esta primera entrega, en la que Corredera estuvo acompañada por Terelu Campos, Jimmy Giménez-Arnau, Euprepio Padula y Belén Esteban como colaboradores y Nuria Marín como copresentadora. El programa obtuvo un 13,1 % de cuota de pantalla y fue seguido por más de 1,2 millones de espectadores. «Lo hemos hecho desde el respeto y el cariño que tenemos y se merece Ana», se defendían desde la cuenta del programa de los comentarios que aseguraban la inconveniencia de hablar de Ana Obregón en su primer programa, cuando aún no han pasado tres meses de la muerte de su único hijo.
En el programa se recordó la vida de Ana Obregón, desde sus romances con Francis Franco o Miguel Bosé, entre otros, hasta su paso por el programa La Caja Deluxe, también de Telecinco en el año 2011. Hormigas Blancas recuperó los deseos de la actriz y presentadora hace años que en la actualidad cobran un sentido desolador. «Me gustaría escribir que seguimos toda la familia unida, que no falte ninguno. Que finalice mi libro y que fue un éxito. Que mi hijo terminó la carrera, que es un economista brillante. Que he encontrado un amor. Me gustaría escribir ese año que soy feliz porque he decidido de una vez serlo», decía hace nueve años. «Es mi vida Álex. Cuando le vi por primera vez entendí qué hacía yo en el mundo, era la pregunta que más me había hecho en mi vida, cuando le vi lo entendí todo», decía en aquel momento sobre su hijo.
Terelu Campos también contó cómo se encontraba Ana Obregón en estos momentos. «El último mensaje que recibí de Ana fue hace dos días, dándome las gracias. Me agradeció que hubiese estado en la misa de su niño. El resto pertenece a la intimidad de Ana, pero sé que le cuesta levantarse cada día. Estar con sus padres en estos momentos le da fuerza para respirar. Sus hermanas y amigos tienen que cogerla cada mañana», explicó. Aún así, aseguró que desde Mallorca, donde Ana trata de vivir su duelo acompañada de su familia, en una isla en la que pasó todos los verano de la infancia de su hijo, la actriz tuvo un gesto con Paz Padilla, que acaba de perder a su marido también víctima de un cáncer.
«A pesar de cómo está Ana, su preocupación final en ese mensaje fue la muerte del marido de Paz Padilla. Me pidió el contacto para poder hablar con Paz», aseguraba.
