Cuándo y cómo debes tomar un medicamento laxante

La Voz

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Son uno de los medicamentos más comunes en las casas de todo el mundo, por eso importante tener en cuenta algunas recomendaciones para evitar hacer un mal uso

17 sep 2020 . Actualizado a las 10:35 h.

Muchas personas se han visto en la obligación de tomar un laxante en algún momento de su vida, pero lo cierto es que no siempre realizamos este proceso ni en el momento ni en la forma correcta. Tomar laxantes es una manera estupenda de solventar un problema puntual que nos pueda surgir. Sin embargo, son productos de los que no se debe abusar y, en principio, no deben tomarse sin recomendación de nuestro médico o farmacéutico de confianza. Al fin y al cabo, los laxantes no dejan de ser un medicamento, por eso debemos hacer un uso responsable y limitado, ya que su mala utilización puede acarrear problemas serios para nuestro organismo.

Los laxantes son, sin duda, uno de los medicamentos más comunes en las casas de todo el mundo y, por este motivo, es importante tener en cuenta algunas recomendaciones: qué debemos tener en cuenta a la hora de decidir tomar un laxante y cuándo y cómo debemos hacerlo. Como puntualizamos, se trata de medicamentos muy específicos que, mal utilizados, pueden ser perjudiciales para nuestro cuerpo, por lo que debemos utilizarlos con responsabilidad y saber exactamente en qué momentos podemos acudir a ellos.

¿Cuándo debo tomar un laxante?

Para empezar, lo primero que hay que tener claro es cuándo se pueden tomar. Muchas personas tienen la idea equivocada que se puede recurrir a este tipo de medicamentos siempre que uno no sea capaz de ir al baño. No obstante, lo cierto es que antes de plantearnos siquiera tomar un laxante -ya sea natural o en formato medicamento- primero debemos pensar en la frecuencia con la que solemos ir al baño.

Normalmente, un adulto puede ir al baño desde tres veces al día hasta una vez cada dos o tres días. Estos se consideran parámetros totalmente normales, por lo que, si te encuentras dentro de ellos, en principio, no deberías tener que recurrir a un laxante. En caso de que esta situación persista, lo mejor es acudir a tu médico o farmacia de confianza y que sean ellos los que te recomienden qué hacer. De esta manera, podremos tener la seguridad de que el medicamento laxante que vamos a tomar es específico para solventar nuestro problema.

El uso de laxantes naturales

Dentro de esta situación, es verdad que podemos acudir a algún laxante natural como las semillas de lino, el salvado o la chía, siempre y cuando tengamos claro que este es un remedio paliativo que nos puede ayudar mientras no podamos acudir al médico o a la farmacia.

¿Cómo se debe hacer uso de los laxantes?

Lo primero que debemos hacer si queremos utilizar un laxante es pedir información y consultar a nuestro médico o farmacéutico. Una vez allí, los profesionales nos aconsejarán cómo debe ser la ingesta del medicamento, cada cuánto tiempo y en qué circunstancias debe ingerirse. Lo más común es que recomienden medicamentos laxantes por vía oral, que deben tomarse con abundante líquido y preferiblemente por la noche. No obstante, estas indicaciones dependerán directamente de la prescripción médica, a la que debemos hacer siempre caso.

Si, por algún motivo, no es posible acudir a un médico o a la farmacia y nos vemos en la necesidad de tomar un medicamento laxante por causas graves, el mejor consejo es tomarlos siempre con mesura y con mucha responsabilidad. Lo ideal en estos casos sería comenzar a tratarnos con laxantes naturales más suaves, como la abundante hidratación con líquidos (agua, zumos, infusiones…). Después de esto, podríamos pasar a consumir algunos alimentos ricos en fibra o con propiedades laxantes, como pueden ser algunos tipos de cereales.

Si después de haber probado todos los remedios naturales continuamos teniendo un problema de estreñimiento y nos vemos obligados a tomar un medicamento, lo mejor es utilizar una pequeña dosis de un laxante lo más suave posible. Es un grave error para nuestro organismo el acudir directamente a laxantes extremadamente fuertes, ya que pueden provocarnos una lesión gastrointestinal aguda.

Sea como sea, la recomendación está clara: lo más importante es hacer un uso responsable de los medicamentos laxantes y utilizarlos, siempre que sea posible, con prescripción médica o supervisión farmacéutica.