Afrenta en Farturaland: el mapa que duda de que los asturianos inviten a comer

F. Sotomonte

VIRAL

La polémica del Sweden Gate roza al Principado con una publicación en Instagram que acapara críticas

05 jun 2022 . Actualizado a las 18:42 h.

Todo esta historia empieza muy al norte, en el península escandinava, en concreto en Suecia pero con una réplica al otro lado del Atlántico, en Estados Unidos, en un foro de Reddit en el que se pide a los usuarios que relaten el choque cultural que más les ha impactado en el viaje o estancia en otro país, lo que allí se cuenta es una historia capaz de poner de punta los pelos a todas las madres y abuelas de España: en ocasiones, en Suecia, cuando un niño se quedaba en casa ajena la familia cenaba o desayunaba sin sentarlo a su mesa, le dejaban esperando en el cuarto, solo, mientras ellos comían sin llegar a ofrecerle un plato.

«Recuerdo ir a casa de un amigo sueco, y mientras jugábamos en su habitación su madre le gritó que bajara a cenar. Y toma nota. Me dijo que esperara en su habitación mientras cenaban»; se narra en una de las experiencias, en otra se detalla que «me quedé a dormir en casa de un amigo. Cuando nos despertamos me dijo que bajaba a la planta de abajo unos minutos. Después de un cuarto de hora bajé las escaleras para ver qué estaba pasando y estaban desayunando. Me dijeron que ya estaban terminando, que esperara un poco. Todavía le doy vueltas a la cabeza con esto 25 años después».

La reacción que motivó esta historia, los relatos similares que empezaron a narrarse en el mismo foro y en redes sociales, tomó tal magnitud que ha llegado a llamarse el Sweden Gate, la prensa del país debate si estos episodios todavía se producen o si son más propios de décadas pasadas, si se deben a la cultura individualista del país o la religión protestante, e incluso, la agencia de Defensa Psicológica, un departamento del Ministerio de Defensa sueco encargado de evaluar y proteger al país de posibles ciberataques, fake news, o intentos de desestabilización con desinformación, ha analizado si todo se trataba de una campaña preparada desde una potencia extranjera enemiga. No lo era.

Pero de rebote le ha caído a Asturias parte de la polémica. En una tierra empeñada en hacer posible que la calidad y la cantidad en la mesa no sean conceptos opuestos sino siempre hermanados, el país de les fartures, donde hay peleas para pagar y donde si ven que quedes con fame siempre hay que te ofrece freírte un huevo, pues un dentro del debate sobre el Sweden Gate se ha difundido un mapa de Europa con las áreas en las que es más o menos probable que a un invitado se le ofrezca comida si llega a casa, con la certeza de siempre para las zonas del Mediterráneo, en azul más oscuro, abarcando casi toda España porque aunque en el norte incluye a Galicia, deja en el tono azul más claro a Asturias, Cantabria y País Vasco, y casi todo el norte del Ebro, como si fueran territorios en los que sólo te ofrecen comida a veces.

El mapa, que ha despertado severas críticas en las regiones en las que se pone en duda su hospitalidad tiene su origen en la cuenta de Instagram @LoverOfGeography y según la publicación Maldita.es el autor asegura que se ha basado en testimonios de sus seguidores.