Marcelino García, tras dejar Marsella por las amenazas de los ultras: «Era una situación irreal y asfixiante»»

Ander Pérez REDACCIÓN

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Marcelino García Toral
Marcelino García Toral

El entrenador asturiano narra para L'Equipe las desagradables experiencias que vivió durante su etapa en Francia

11 oct 2023 . Actualizado a las 16:50 h.

Amenazas, disputas, tensión y noches sin dormir son solo algunas de las situaciones a las que se ha tenido que enfrentar Marcelino García en su llegada al Olympique de Marsella. El entrenador asturiano narra para L’Equipe las desagradables experiencias que ha vivido durante su etapa de entrenador del equipo francés y reconoce que «estoy mejor que hace tres semanas, pero mi personal y yo todavía estamos enojados porque no nos dejaron trabajar». García apostilla y añade que la situación vivida en la ciudad francesa era absolutamente «irreal y asfixiante».

El entrenador ha sido claro y contundente acerca de los motivos que han originado el ambiente generalizado de crispación e incomodidad, destacando, principalmente, la mala actitud de los seguidores del Olympique de Marsella. «Estos aficionados radicales tiene tanta influencia…hoy es difícil de erradicarlo», apunta García.

Por otro lado, el asturiano se sincera y relata uno de los momentos más irritantes y molestos durante su estancia en Marsella. «Todo comenzó con una llamada de Longoria», resalta el entrenador. «Por la noche, llamó Pablo Longoria, el presidente y me contó que él y otros líderes habían recibido amenazas», situación que impulsó la drástica decisión del presidente de dimitir, según asegura García. El entrenador continúa explicando la situación y reconoce que estaba «triste, sorprendido, también conmocionado porque le habían amenazado».

 A raiz de esta experiencia, el asturiano, indignado, aprovecha para visibilizar estas problemáticas, haciendo hincapié en protestar y reivindicar que este tipo de situaciones no vuelvan a suceder. «Hay ciertas cosas que no podemos aceptar. En la vida y por lo tanto en el fútbol», resalta García y añade que «estos no son comportamientos normales».

A colación de estas vivencias, el de Villaviciosa puntualiza que «no podían aceptar, bajo ninguna circunstancia, este tipo de amenazas, «ni seguir trabajando en esa situación». A nivel personal, el entrenador señala que su decisión estuvo consensuada y aprobada entre él y el resto de dirigentes para conseguir erradicar el ambiente de malestar que existía. «No tomé la decisión de irme, fue una decisión general», resalta García.

A su vez, el asturiano aprovecha para describir el recorrido y trayectoria histórica del popular equipo marsellés, alabando su gran calidad y renombre: «Pensábamos que era un gran club en todos los sentidos de la palabra». Aun así, García no olvida ni ignora los aspectos que perjudican al equipo francés y que, además, han originado su retirada y dimisión del proyecto tan especial para él. «Algunos seguidores radicales que quieren influir constantemente en los acontecimientos impiden que sea un gran club», destaca el maliayo. Un club, en el que había depositado grandes expectativas, ilusión y mucho trabajo, alegando que su intención era «construir un proyecto e intentar devolver a Marsella un nivel acorde con su historia, luchando por ganar títulos».

Lamentablemente este esfuerzo y positivismo fue «cortado de raíz despúes de dos meses» debido a las incesantes amenazas. Esto irrita enormemente a García y explica: «Me apasiona mi trabajo, tomo decisiones como entrenador y siempre asumo mis responsabilidades» pero «nunca aceptaré amenazas en el contexto de trabajo». Además, el entrenador, aún impactado, destaca que en veinte años como entrenador y casi veinte años como futbolista «nunca había visto esto». 

Por último, García aprovecha un espacio para hacer un llamamiento y destacar la importancia de visibilizar este tipo de situaciones: «Se trata de una forma de proceder muy alejada de lo que debería ser la realidad, en 2023, en un país civilizado». Además, utiliza la conversación con L’Equipe para elogiar la belleza del fútbol, sin llegar a extremos injustificados. «El fútbol es pasión, pero hay límites. Hemos tenido días muy difíciles, porque era imposible dormir y un trabajo arrastrado por algo completamente irracional», apunta el entrenador.

Pablo Longoria

Finalmente, a pesar de las complicaciones, el presidente Pablo Longoria, consiguió mantener su puesto como presidente del club. Algo en lo que, García no tuvo nada que ver, llegando a admitir que «cuando Longoria decidió continuar, ya habían pasado tres o cuatro días, no era el día siguiente». «Ya habíamos firmado los documentos y varios miembros de mi personal ya se habían ido. No teníamos posibilidad de regresar, sobre todo porque, en este ambiente de amenazas, no se sabe cuál será el siguiente paso», explica el entrenador asturiano.