El Tour 2006 fue un premio y un castigo para el gallego, que desde entonces no acaba de recuperar aquel punto de forma que le daba efervescencia a la «grande boucle»
Asegura que llega a la gran cita del año «con los deberes hechos» y prefiere no hablar sobre la bicefalia del Astana, donde cree que están sus «rivales más directos»