12 feb 2001
Vázquez cogió su fusil
Un «mandoble» dialéctico del alcalde resolvió una sesión vertiginosa Elviña es un mar de hierba. Un paisaje de leyenda bajo el que se puede escuchar el aliento milenario de A Coruña. Pero el castro también es una excusa para recuperar el antiguo arte del mandoble. Aunque sólo sea verbal. Francisco Vázquez volvió a presidir la faena en el salón de sesiones. Y Vázquez cogió su fusil (dialéctico, claro) para tumbar los incómodos argumentos de la oposición, que siempre anda buscándole no sé sabe cuántos pies al gato. El alcalde resolvió de un solo «tajo» un pleno que se jugó a un ritmo vertiginoso.