El exciclista puede recurrir ahora a un tribunal superior, reclamar un arbitraje o aceptar las sanciones que le imponga la agencia que le acusa de haberse dopado entre 1999 y 2005.
La USADA asegura haber encontrado muestras de sangre con rastros de «EPO y/o transfusiones de sangre» y amenaza con retirarle los siete Tours de Francia