Fue profesor del Colegio Hogar San Roque hasta que se incorporó a la empresa automovilística en 1958, cuando solo había una nave en Montero Ríos en la que se montaban media docena de furgonetas al día
Su consulta en el centro de salud de Cambados, llena de dibujos de sus pequeños pacientes, eran una buena metáfora del mundo bonito que le gustaba pintar. Murió a los 66 años
En el Ayuntamiento, en donde trabajó como brigadista contra incendios, lo recuerdan como una persona afable, trabajadora y «amiga de sus amigos». Para este martes hay convocada una concentración para exigir más medidas de seguridad en la recta
Quienes trabajaron con él recuerdan que era el que ponía calma cuando las cosas se complicaban y que jamás dudó en un quirófano ni evitó una operación difícil