Los valores medidos por la red española de vigilancia radiológica medioambiental «en ningún caso representan un riesgo para la salud ni el medio ambiente».
La pérdida de agua en los reactores, el aumento de la temperatura en las piscinas de combustible usado y los daños en las vasijas de los reactores son las principales preocupaciones en relación a la central nuclear nipona
Se han detectado niveles de yodo radiactivo superiores al límite aconsejable para los bebés. El OIEA asegura que no hay riesgos por radiación para la salud fuera de la zona de evacuación.
Decenas de electricistas, bomberos e ingenieros libran una carrera contrarreloj en la central nuclear nipona en un intento de reactivar los sistemas de enfriamiento convencional. Se van a realizar mediciones de radiactividad en el mar.
Las autoridades nucleares japonesas temen la lluvia radioactiva. Hallan restos de yodo radiactivo en el agua corriente de la capital y en productos alimenticios en la prefectura de Fukushima.
La cifra de muertos por el desastre se eleva hasta 7.000. Mientras, el Gobierno resta importancia a los niveles de radiación en la planta nuclear afectada.
Los técnicos luchan contra reloj por enfriar los reactores 3 y 4, mientras algunos expertos calculan que la nube tóxica podría llegar hoy a California, aunque sin riesgo para la salud