¿Qué pensaría Castelao si viera los lugares que frecuentaba convertidos en un montón de «cascallos»? ¿Sabe que al alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, le llaman Milosevic porque ha puesto las calles de la ciudad como las de Sarajevo? Las obras superpuestas del gas, del cable, de las empresas eléctricas y de aguas y la segunda reforma en meses de las aceras van dejando un rastro de vallas amarillas abandonadas a su suerte en las esquinas. Los adoquines levantados dan un cierto aspecto al París del mayo del 68. Un simple paseo por las obras que colapsan uno de los ejes de la ciudad, entre Salvador Moreno y la avenida de Vigo, demuestra que, tras el furor del año Castelao, en el 2001 hay otros roteiros no menos interesantes.
MARTIÑO SUÁREZ