Sus amigos la recuerdan como una persona alegre y optimista. Trabajaba en una panadería. El detenido se había ido a vivir a un piso en O Ponto, a solo un kilómetro de la casa de ella
después de que el «push up» agotara todas sus posibilidades en modernos rediseños, la moda de la lencería que esculpe la figura femenina llega pisando fuerte sin aplastar al encaje, pieza imprescindible que defiende sin tregua su territorio sexi