La falta de vigilancia y de aprecio por los monumentos provocan estos atentados. Las últimas víctimas han sido el faro de Corrubedo y la iglesia de Santa Columba
Es una imagen habitual en la mañana siguiente a la mayoría de las fiestas de verano. La escultura que homenajea la danza de arcos, por otra parte, apareció con una mano rota